01.08.2015 Protesta de empleados de la empresa VIDA.
Empleados de la empresa VIDA en Minas reclaman ante el atropello de la patronal de la empresa, pasando por encima de las leyes sindicales. Esta situación se viene dando en varios puntos del país con respecto a esta empresa.
El incumplimiento de normas laborales básicas, como la jornada de 8 horas de trabajo, las horas extras impagas, el trabajo en negro y el no pago de beneficios sociales, es el cúmulo central de reclamos que un considerable número de mujeres han hecho saber a este diario en contra de una empresa de servicios de acompañantes con actividad en nuestra ciudad.
Días atrás se hizo presente en la ciudad de Minas un grupo de mujeres trabajadoras que están o estuvieron ligadas a la empresa Vida, que brinda el servicio de acompañantes de enfermos tanto a domicilio como en los centros asistenciales de la ciudad, como Hospital o Sanatorios. Denuncian que «Despidieron a cinco compañeras en el mes de julio por haber recibido inspección de trabajo. Las compañeras de forma anónima ya se habían comunicado con el sindicato pidiendo ayuda y contando la situación de represión que estaban viviendo. El miedo no les permitía afiliarse a un sindicato, pero igual por sospecha las despidieron».
Por otra parte señalaron que la empresa, catalogada como “fantasma”, tiene diversas denominaciones con las que se maneja, entonces “cada vez que vamos a hacer un reclamo no sabemos para qué empresa trabajamos, no sabemos a quién le vamos a reclamar, es mucho el tiempo que se está perdiendo para poder hacer un juicio, hay compañeras que hace tres años que están en juicio y no han podido cobrar, otras han logrado el cobro pero han tenido que transar con alguna de estas empresas que no les han pagado todo que se les debe”.
La redacción de Diario La Unión recibió una copia de la carta firmada y sellada al final, que denuncia irregularidades ante el Ministerio de Trabajo. Trabajadoras señalaron que «Es lo que se habló en parlamento con Oscar Andrade como presidente parlamentario y con los diputados que nos recibieron en la audición».
Carta de denuncia a Vida.
Sr. Presidente nuestra intervención del día de hoy está referida a los graves atropellos a los que se han visto sometidas las trabajadoras del call center de Vaviloy S.A., que vende en exclusividad servicios de acompañantes para la empresa Vida, empresa instalada en todo el país y en nuestro departamento desarrolla sus actividades en las ciudades de Santa Lucía, de Pando, de Las Piedras, Canelones y en Ciudad de la Costa.
La historia comienza, como sucede con muchos trabajadores que toman la decisión de formar un sindicato, en este caso ocurrió en la unidad de trabajo de Santa Lucía, donde desarrollaban las tareas de venta de ese servicio veintitrés trabajadoras.
Lo que motivó a las trabajadoras de dicha localidad a organizarse sindicalmente fue el desconocimiento por parte de la empresa de muchos aspectos de la legislación laboral vigente, pero más que nada, la situación permanente de acoso sexual y moral del encargado de turno de la unidad de Santa Lucía, con improperios y falta de respeto, con golpes y manoseos, que fueron descritos minuciosamente en la denuncia que se hizo por parte de las trabajadoras en la Inspección General del Trabajo y de la Seguridad Social.
Es evidente que en estos años hemos tenido en nuestro país un importante avance en las leyes de protección sindical y laboral, pero sigue habiendo un vacío de tipo legal frente a este tipo de empresarios que no respetan los convenios firmados, porque lo primero que se hizo por parte de la empresa fue despedir a las compañeras sindicalizadas de Santa Lucía y el lunes, cuando se presentó a trabajar el resto de la gente, la empresa ya estaba cerrada.
Las trabajadoras tuvieron que acampar por más de nueve días frente a la empresa, para salvaguardar algunas de las cosas que estaban dentro del edificio donde trabajaban pero, más que nada, lo que querían eran los cuadernos en donde se anotan las comisiones, ya que sabían que solamente con eso podrían cobrar la Indemnización por Despido, pues los puestos de trabajo ya estaban perdidos y los voceros de la empresa habían manifestado su voluntad de no volver a abrir.
Leyendo la denuncia que presentaron, en la Inspección General del trabajo, las compañeras del Call Center 3 ubicado en la calle Mitre 843 de la ciudad de Santa Lucía podemos apreciar a cabalidad las arbitrariedades a las que se veían sometidas a diario estas trabajadoras, padecimiento similar al que sufrían los esclavos en épocas de sumisión.
Violencia de género: El supervisor se dirigía a ellas con palabras soeces y ofensivas referidas sus cuerpos, particularmente referidas a los órganos sexuales.
Violencia Psicológica: dicen en la denuncia “sufríamos continuos gritos y presiones con manifestaciones tipo vos estás en el horno; vendan yeguas, si no vendes te vas, viniste mal atendida hoy; retrasada, idiota; te voy a chupar las te….”.
Violencia Física: referido al punto sucedían cosas tales como tirones del pelo al tratar de quitar las vinchas telefónicas violentamente, zamarreos, tomadas del brazo con fuerza, golpear cabeza con cabeza de las trabajadoras. Además de todo esto,según denunciaron las trabajadoras eran rociadas en varias oportunidades en la cara a poca distancia por el encargado con desodorante de ambiente en aerosol.
Por último, para ver que se trata de un modus operandi de la empresa, y no de hechos aislados, relatan las trabajadoras que por ejemplo, la encargada del local de Pando, porque encontró un papel con sangre en el baño hizo pasar una a una a las compañeras a que se bajaran el pantalón, para ver cuál era la que estaba menstruando, así limpiaba el baño.
Todo esto constituye sin lugar a dudas una situación de esclavitud, de sometimiento y de abuso de poder sobre compañeras, en su mayoría jefas de hogar que tienen que llevar el sustento a sus casas para mantener a sus hijos.
¿Cuáles son las características de esta empresa en todo el país? Es una empresa fantasma, que muchas veces no se sabe dónde está ubicada, sus locales no están identificados y hay una situación de represión permanente para evitar que los trabajadores se sindicalicen. Si a eso sumamos la actitud permanente de los dueños de la empresa y de los encargados, ese hostigamiento directo sobre las trabajadoras y los trabajadores, no es exagerado decir que estamos ante una situación muy grave desde el punto de vista del desconocimiento de los derechos de los trabajadores.
Queda claro que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social viene realizando inspecciones y constatando en forma reiterada las violaciones de esta empresa.
Es llamativo como estas graves denuncias han tenido escasa repercusión en los medios de prensa, quizás se deba a que la empresa es auspiciante de muchos canales, radios y prensa escrita.
Muchas veces escuchamos hablar a diferentes voceros de las Cámaras empresariales de la necesidad de agotar los mecanismos de negociación, de no tomar medidas y que se vaya al diálogo. Inclusive, se preguntan cuándo los trabajadores van a abandonar sus viejas prácticas de conflicto, de huelga, de movilizaciones. Y uno podría también preguntarse y preguntarles cuándo las empresas van a abandonar sus viejas prácticas de despidos injustificados, de presión a los trabajadores, de acoso desde el punto de vista sexual y moral.
Sr. Presidente solicito que mis palabras vayan al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, a la Institución Nacional de Derechos Humanos, a Fuecys, al PIT-CNT, a la Mesa Política Departamental del Frente Amplio de Canelones, a los medios de Prensa acreditados en esta Junta, al Municipio de Pando y de Santa Lucía y a la Cámara Nacional de Comercio y Servicios.