21.11.2015 86 años de dignidad, aniversario del C.A. Lito
Cuenta la leyenda popular que en noviembre del año 1929, un grupito de hombres y muchachos que habían estado allegados al Club Nacional de Fútbol de Minas, por diferencias internas con los dirigentes tricolores de entonces, se reunieron en torno a un banco de la Plaza Rivera, y comenzaron a pergeñar la idea de formar otro club.
Es así que el 20 de noviembre de 1929 en el domicilio del Sr. Luis Balduini, se concretó la idea fundándose el Club Atlético Lito, nombrándose a Balduini como el primer Presidente de la institución. Quiso la casualidad o el destino, que ese mismo día naciera el hijo del Sr. Balduini, Héctor, comenzando así la historia de la primera familia litense.
En ese grupo de jóvenes emprendedores, allí presentes, habían algunos nombres que pasaron a ser leyenda en el fútbol minuano, como Rómulo Nogueira o José “el zaguero” Berrondo, con 14 y 16 años respectivamente. Hombres que dedicaron su vida al club. A ellos les siguieron apellidos ilustres como Ordaz, Pintos Wells, Villalba, Goenaga, Otegui, Tourné, Reyes, Guerra, Bevilacqua, Correa, Hernández, Soria, Vergara, Guillén, Zuasnábar, Pereira, Martínez, Chappe y tantos otros a través de estas casi 9 décadas.
Así empezó la historia del clásico de la Plaza Rivera, porque la primera sede de Lito fue en el terreno en que hoy se ubica el Sanatorio Médico, frente a la entonces sede de Nacional.
Dos menciones especiales quiero hacer; una en lo fubolístico, para rescatar de la memoria de aquellos tiempos, anécdotas fabulosas como la estirpe de crack de Juan María Otegui, el mismo que sufrió una expulsión por “juego superior” y que ejecutó un tiro penal “de taco” que fue gol. La segunda mención es para traer el recuerdo maravilloso de aquellas tardes en que Teótimo Romero, o “la loca Palavecino”, alegraba las canchas con su estilo bullanguero y contagioso como un chiquilín.
Hoy, 86 años después, el Club Atlético Lito sigue siendo una realidad, que cada temporada recibe a más de un centenar de chicos deseosos de jugar al fútbol en sus divisiones formativas, desde Sub-14 a Sub-21; que mantiene un equipo de Primera división compitiendo con dignidad y lealtad, y que con esfuerzo va creciendo día a día en lo institucional.
La perseverancia litense y el amor por una causa, es la fórmula por la cual un club humilde, de barrio, de pueblo, se mantiene con vida y con honor.
Salud a toda la gran familia del Club Atlético Lito.
Carlos Cardinal