Recibimos y publicamos: El Hijo de la Revolución
“El Hijo de la Revolución”
A campo abierto y galope deshecho con el sol de frente, viene la partida de vecinos que la revolución convirtió en soldados de la libertad. El tropel recorta las figuras en el cielo, aturdiendo con su estrépito las soledades campesinas y arrojando hacia atrás, en el vuelo de los ponchos, las ganas de independencia. Los rancheríos, se sobresaltan con un aleteo de alegría, y en la loma resuena, o en el arroyo se esconde, el eco de las caballerías en marcha. Se asuntan los pájaros cantores en la Isla de los Ceibos, el gran ombú se inclina en la cuchilla como para despejar el horizonte y allá, allá abajo en la hondonada, la tarde se detiene como un enorme suspiro. Son treinta o cuarenta hombres, de poncho y lanza, tostados, curtidos de intemperie, curtidos por la vida, nativos de esta tierra. Alguno es indio, indio puro, otro tropero, y en ese entrevero, un niño, diez, doce años, y entre todos sobresale un bronce golpeado, besado por un negro esclavo, “el clarín”, resonando…. Libertad!!! Libertad!!! La mayoría son mocetones ilusionados, corajudos, no tienen otro que hacer, que la vida libre de los campos. Su riqueza, es su vida. Su apuesta, es servir. Cuentan con un chiripá, un ponchillo, un jarro, un mate. Conocen la tierra como su mano. Conocen el manantial más sordo, calculan al ojo, la distancia, saben el rastro, el rumbo, cada uno de ellos unidos a su caballo, y miran agudizando la vista el filo del cuchillo. Vienen del sudeste cortando los campos que hay desde los cerros de MINAS, hacia las Puntas del Chamizo. Y así andan, desde el Uruguay al Cebollatí, y si algo existe, es que no se puede atajar cuando crece el ansia de libertad. La idea emancipadora sobrevuela por todas partes, los gauchos corren sin término, los galopes resuenan, los fogones humean…… las gallinetas ayudan al griterío. El Teniente Félix , en esa triste noche de fogón, a cielo descubierto, rodeado de sus amigos, y empapada la frente de infinito , ese mismo día que la muerte lo abatió entre las serranías de Minas , cerca del campanero murió pidiéndole a su hermano , a su hermano menor que se hiciera cargo del grupo … desde ahí fue relevado Don Félix y desde ahí…. vino el hijo de la Revolución… !!Nadie empezó como él, desde muy abajo, ni tan sin escuela, ni con tanto sentido, fue como si el destino lo echara en el principio de la revuelta a disputar con los primases un lugar en la lucha. Perfilándose entre el montón, aceptó el reto. Se transformó en Teniente. Esa noche, comenzó a escuchar a los más campechanos. Se formó con lágrimas y cabizbajo. Gritó y silbó, juntó conocimiento y puso oído, y desde ahí la idea de no claudicar. El tiempo, le dio esa preparación y formó junto a “Negro Luna” , desde el rancho de totora , al Partido Colorado!!! Felix aquel…este Fructuoso, los únicos “hijos varones”, como dicen los paisanos…. “Hijos Varones” de aquella pareja de DON Pablo Hilarión Perafán de la Rivera y de doña Andrea Toscano.
Gustavo Risso Singlan
Convencional Nacional – Miembro Titular de Comité Ejecutivo Dptal.- Secretario General de Agrupaciones “Batllismo Solidario” y “ Espacio Renovador Colorado”