Columna de Opinión Fernando Blanco: LUEGO DE LA ELIMINACIÓN
Luego de la eliminación prematura de la selección mayor comienzan los análisis de todo tipo color y tamaño, cuidado estoy de acuerdo siempre que se hagan bien intencionados es muy buena cosa, sin autocrítica no hay chances de mejorar y cambiar lo que hice mal, hay que aplicarlo en cualquier actividad de la vida. Pero comencemos por lo primero, sin dar muchas vueltas ¿qué fue lo que vimos futbolísticamente en la cancha? A decir verdad muy poca cosa para destacar, lo de siempre estuvo presente en una selección de Lavalleja, la entrega permanente, el meter hasta el último minuto, el amor a la causa, la solidaridad, el buen grupo humano, todos aspectos que vienen desde la historia propia de nuestro fútbol esto no es novedad para nadie. Ahora bien, el equipo en la cancha no tuvo para nada una buena producción, los resultados y los números son contundentes. Fue muy pobre colectivamente, no mostró nunca coordinación en sus líneas, rendimientos individuales muy desparejos, técnicamente muy impreciso, el aspecto táctico fue un déficit importante en todo el campeonato, no terminamos nunca de afianzar un padrón de juego, empezamos la preparación de una forma y comenzamos la competencia con ella, pero luego de la goleada histórica que nos propició Canelones por 5 a 0 aquí en el Estadio cambiamos y terminamos más confundidos y desorientados que antes. Sin dudas que solo tomo en cuenta obviamente los partidos “enserio” ante Canelones del Este y Maldonado, con mucho respeto no se pueden evaluar los jugados ante Casupá y Batlle y Ordoñez. Un párrafo aparte las lesiones y la fragilidad que mostraron muchos jugadores en el aspecto físico, echo que indudablemente incidió negativamente en la producción del equipo. Como ya se lo mencione al propio entrenador personalmente lo quiero hacer aquí también, por más que no hubiese sido necesario ya que yo cumplo mal o bien con mi función y debo de dar mi opinión sin pensar si gustará o no, así lo hago siempre. Pero como entiendo que hay códigos que uno debe respetar, preferí darle mi opinión que no quiere decir que sea la correcta, además se trata de un gran profesional a quien respeto y admiro, pero por sobre todas las cosas un gran ser humano que aprecio y conozco desde hace bastante tiempo. El entrenador Claudio Pérez mostró claramente un desconocimiento importante de nuestros futbolistas, de sus condiciones y rendimientos, está más que claro no es necesario entrar en detalles. Este hecho no me parece un aspecto menor y hay que mencionarlo como corresponde, Claudio estuvo muchos años fuera del país y hace solo un año y poco que retorno a nuestro medio y esas cosas se pagan. Es muy distinto preparar un equipo local ejemplo Estación con chiquilines muy jovencitos y sin la presión de tener que obtener el campeonato, a tener que armar un plantel con los mejores futbolistas que jugaron el torneo local y por más que haya visto a todos los equipos es imposible lograr y tener la información completa al detalle de todos los jugadores. Con el agravante que el tiempo le juega en contra a los entrenadores para este tipo de competencias, la preparación siempre es corta para el Torneo del Este y se requiere por eso mismo un conocimiento pormenorizado del material con el que se cuenta. Más allá evidentemente de otros factores que son imprescindibles modificar en la estructura de nuestro fútbol, la escasa competencia local, la secuencia de entrenamiento de nuestros futbolistas durante el año es muy inferior a la de otros Departamentos y podríamos seguir enumerando más factores. Y por último quiero mencionar algo que pienso hace mucho tiempo y estoy convencido, el seguimiento del jugador desde horas tempranas no se puede cortar bajo ningún concepto, por eso me parece imprescindible que los entrenadores del Fútbol Infantil que los hay y muy buenos y que conviven con generaciones enteras por varios años no pueden quedarse afuera de ese proceso. Las instituciones deben nutrirse de ese aporte indiscutible para la correcta evolución y formación del deportista.