20.03.2020 Ahora una pausa, después… austeridad

Nuestra mirada sobre la Pandemia y su afectación al deporte
Por Leonardo Rodríguez
En situación inédita desde hace décadas, una Pandemia afecta al mundo y con ella, al deporte. En plena era de la instantaneidad para comunicarnos con cualquier parte del planeta a través de los dispositivos digitales, donde los conocimientos han avanzado a gran escala y donde las posibilidades de poder acceder a la información para todos son amplias, nos sorprende esta realidad y nos lleva a generar una pausa, que trae consigo una lógica reflexión.
Es que la campaña para realizar cuarentena en nuestros hogares apunta a resguardarnos, para preservar nuestra salud y la de los demás. Es el camino más rápido hacia el fin de esto, que de hecho, no se sabe a ciencia cierta cuando será.
En materia deportiva lo que más nos llega es lo que sucede a nivel profesional, tanto en nuestro país como en los grandes mercados, especialmente Europa. Ligas postergadas sin fechas de reanudación, competiciones a alto nivel, como las Eliminatorias, que reclaman reprogramar su actividad de marzo para setiembre. Y lo más reciente, la llegada al país de Edison Cavani, quien se alojó en Salto para hacer allí su cuarentena.
En este contexto, con la situación que se vive a nivel europeo y con el avance que la pandemia ha tenido en nuestro país, considerando que las proyecciones apuntan a que paulatinamente se conozcan más casos positivos, resulta poco lógico que se manejen fechas de reanudación de competencias.
Nuestro medio quedó a un partido de que Barrio Olímpico vuelva a ser Campeón Minuano, la Sub 17 de Lavalleja a unas horas de jugar por cuartos de final de la Copa de Selecciones de OFI. Y como eso, nos quedaremos sin Vuelta Ciclista del Uruguay. Habrá que esperar un buen tiempo para poder volver en cancha a Peñarol, Nacional, Uruguay.
Es utópico aventurar un retorno de la actividad deportiva, por la sencilla razón de que va a contramano con la situación país. Mientras las medidas se agudizan a diario, apuntando a resguardar a la población, es improbable que el deporte pueda regresar a su práctica, a su preparación del día a día de forma colectiva, sea en la disciplina que sea.
Estamos en una pausa, impuesta, es cierto, pero pausa al fin. Cuando superemos esta etapa, habrá que retomar el curso con austeridad. Serán tiempos complejos, de recursos económicos precarios a todo nivel y a los que el deporte no será ajeno.