21.05.2020 Con el Ojo en la política

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Por Omar Guillén

Y ¿cómo está amigo de la ruta? Bien, y de ruta me habla por cuanto yo sólo tengo un camino en el que ando siempre. Ta’ bien, pero yo le hablo de la otra ruta. ¡Ah! Caramba me ve por otro lado. OJO mire que la cosa ya se está moviendo en esto de la política. Los muchachos están siempre haciendo política, todo lo que hacemos lo he dicho es política. Ahora de lo que le hablo es la política partidaria. Pero y ¿cómo? No dicen que con el COVID 19, no se puede o mejor dicho no se debe hacer semejante cosa. 

Mire amigo no venga con esas cosas «de la elección» dice la canción. Si lo he escuchado cuando era más chico. Ahora no me mienta usted tiene unos cuantos pirulos, como dice el de la tele… Si o No… Voy por lo segundo, no peino canas. Si es claro usted está pelado. Y ahora que me habla de «pelado», qué pasa con este muchacho que tiene un puesto de responsabilidad y de trabajo, ¿cómo está? Le diré bien gracias, se llamó al silencio.

No le creo porque siempre hablaba de cuanta cosa pasaba por su frente. Usted nunca ha escuchado aquello de una cosa es estar del otro lado del mostrador y otra estar detrás de esa línea imaginaria que es el llamado mostradores y tiene algo en particular que es el llamado mostrador. Bien y el pelado ¿dónde está? Allí detrás del mostrador y tiene algo en particular, ¿Quién es? Amigo de ruta, le digo el laburo y a él le encanta ello y de ahí que no aparezca tanto en la palestra de los medios. Pero ya vendrá porque será candidato a la comuna. 

Y hablando de candidatos y candidatas, pero esto es así, ya se está moviendo con miras al partido de fines de setiembre. No me diga, qué ha pasado. Estaba en mi establecimiento de campo, dado que el doctor me anunció que irían a limpiar el tajamar, entonces quedé desconectado del barullo político. Le cuento algo, porque una de las damas que se juega por la Comuna, ya viene moviéndose y lo hace con sutileza para que no existan los malos entendidos. Y ¿qué pasa con ello? Ah, lea los diarios, escuche las radios y televisiones. Es una locura lo que me dice porque está mal, eso de las televisiones. Pero y ¿por qué? Porque yo tengo una nomás y le digo más no es mía, me la prestó mi nieta. Bueno perdón yo era para pluralizar a fin de que los colegas no piensen mal, ¿me entiende? Si es claro yo comprendo todo. 

Pero, ¿qué está pasando con la campaña? Mire según el doctor si no llueve estamos en el horno. No, no le hablo de esa campaña sino de la otra la política. 

Ah bien, le decía que ya hay movimientos más allá de todo y que la realizan con encuentros más chicos, estilo lanzamiento de un producto. A la pucha que le entiendo poco y nada… esté atento a lo que le digo, no pueden haber reuniones multitudinarias, bueno se hacen cosas más chicas con la prensa y se marca de alguna forma la actividad política-partidaria. 

La muchacha arrancó con todo. No tanto ni tan poco, lo hace con prudencia, pero como siempre debajo de la piedra está el cangrejo. Pero que clarito que es usted ya me verá levantando piedras.

¿Los demás políticos qué hacen? Bueno a uno le hablé de ello y fue enfático, «ahora no es momento de hablar de la campaña que haremos, ya llegará el momento, ahora cuidemos a la gente de este bicho raro». 

Saben una cosa estoy con el ojo puesto en otras políticos para ver bien qué hacen y les puedo decir que algunos se mueven como pez en el agua. Mire eso es un dicho y poco más. Sí, es cierto pero veo alguno de los candidatos como mete centros a la olla. No le entiendo nada. Es posible pero usted conoce algo de fútbol, escuchó alguna vez decir a la «olla Piquico». Bueno menos sé, ¿quién era Piquico? Era un fenómeno goleador del fútbol de Minas y cuando el cuadro no andaba bien les gritaba a la «olla Piquico» porque de cabeza la metía en el trampero como decimos en el fútbol. Mire usted, no sabía. Bueno ahora lo sabe y este candidato está tirando centros a la olla. 

Y usted, ¿cree que tendrá más votos? No, no lo sé, pero sí que tiene más comensales. Luego viene aquello de barriga llena corazón contento. Qué bueno lo suyo. Pero sigo sin entender nada.

Le digo la última y hasta luego, se enteró que hubo una comida grande. Ahora me mató, como decía un viejo político, no tengo conocimiento. Yo lo tuve y un candidato local fue y comió como Dios manda. Y ¿qué pasó? Nada me dijo cuando haga la digestión te hablo. Ojo que puede meter la pata amigo de ruta. En modo alguno será una nota común con un candidato al sillón de la comuna. Ahora, ¿es todo? Sí, pero Ojo que tengo algunas más para contarle más adelante. 

Gracias por contarme. No, gracias por escucharme. Le agradezco por no entenderle nada. Me siento feliz de que así sea, porque de lo contrario no me salva ni Giorgio. Opa ¿quién es? No importa, ya lo sabrá, hasta la próxima…

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