18.12.2020 Con el ojo en la política

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Por Omar Guillén

Bueno ¿y cómo viene la mano? ¿Dónde hermano? Porque aunque parezca mentira a medida que pasa el tiempo voy viendo cosas nuevas. Así que la mano ya no se puede dar como decíamos, ahora es de puño cerrado y si tiene guantes parecido a los quirúrgicos mejor. Ojo mire que el tema está complicado y de repente se lleva flor de susto, porque las cosas no son como muchas veces se dicen. Mire, no le entiendo nada, quiero saber algo de los movimientos en el campo de la política. Cuidado amigazo, el campo está sufriendo la falta de lluvia y los pronósticos no son halagüeños.

Ahora usted me dice que los productores sufren, y los animales también, que no tienen mucho para comer. ¡Ah! Tiene razón los seres «humanos» así entre comillas nos acordamos solo de nosotros. Usted sabe que hay una línea fina entre los unos y los otros. Parece que le entiendo, entre los animales que tienen poco para comer y beber y los seres «humanos» que pese a todo igual los pasamos a degüello y los comemos. ¡Ah! No me diga eso que es capaz que hasta me arrepiento y no hago el asadito prometido. Mire amigo no venga con esas cosas, casi como la canción… Bueno vamos por otro camino, eso es muy vulgar.

Ojo mire que vuelco la mirada para la tele y estamos en un programa mañanero, donde ahora pa’ llenar el espacio están hablando de los enfermeros, parece que faltarían unos 6 mil enfermeros. Qué barbaridad, pero digo y ¿recién se dieron cuenta? Y da la sensación que sí, pero además dicen que ganan poco. Mire se la dejo ahí, hay tantos que ganan menos y nadie dice nada. Claro le entiendo, es como aquello de pare de sufrir.

Qué bueno lo suyo, ahora que me habla de sueldos estuve hablando con alguien que está en un lugar importante, y me contó algo que me descompuso el estómago, el esófago y hasta la cabeza me dolió. Ojo que por lo visto es algo profundo lo que me quiere decir. ¡Sí claro! No nos metamos en honduras, siempre por la orilla como decía mi amigo Bonilla. Pero ahora digamos donde estamos parados como dicen los que saben, donde estamos parados. Mire le digo más, el hombre estaba sentado, de bermudas, camisa por fuera, casi desprendida y hasta algo liquidado.

Pero entonces estamos en presencia de algo grave, o solo es una apreciación mía. Ahora no tengo el protocolo para decirle las cosas, pero si le digo que la piola está embarrada. ¡Ah! Esto viene a ser algo así como «flor de macana». Bueno déjela ahí, pero le cuento que hay algunos que ganan más que el «capo». Amigazo, no quiero encerrarlo, pero suena feo eso de capo, me lleva a tiempos idos. Sí quizás sí, pero era para que abriera el OJO porque fue una charla informal, de vecinos, vio donde como dicen en el barrio sin «protocolo», así de llano. Pero y el hombre ese, tan agobiado ¿a qué se dedica? OJO no le puedo decir hoy al menos, pero sí le digo que me contó cosas que me dejó pensando como aquello de la canción. Sí lo sé, y de la estrofa también, le digo «que culpa pudo tener cuando ve que la mujer se conforma con canciones y se olvida de quererrr…Amigazo, cu´sl ha sido el raro bicho que te ha dicho… Si dejala ahi que me voy dando cuenta de algo. Si diga… de que la pila está caga… Claro, es así el expediente está feo, se lo pasaron con una danza de millones en contra y es fácil salir.

¿Ahora qué pasará entonces? Y le digo es como si llega a su casa luego de tenerla alquilada y se la dejan llena de intrusos, sin luz, sin agua y con las aberturas hechas pelota. Pero mire usted entonces se trata de algo grande. Y sí, es lo más grande que tenemos en estos lares. Qué lástima no puedo saber algo más. OJO ya lo sabrá el día llegará y verán que hubo más de «cuatro palos» para salvar vidas que ya estaban salvadas… No me diga ahora si no entiendo nada… Ahora se lo digo en sentido figurado amigazo, como que debían haber unas 220 y quedaron más de 600…No me diga que son números para la quiniela… Tómela como quiera…Mire son números lindos para jugarle, aunque el muchacho que yo le apostaba no está más… ¿Pero a quién le hacía las jugadas? A un chico que tenía, mejor la dejo ahí. Ta’ bien no le cuento más nada porque  en una de esas Karen me baja la mano y paso de director  a ayudante de limpieza… No me haga reír, usted está puesto y seguro… No crea eso de la seguridad en el carguito que tengo acá en el Diario, ellos también me hablaron de cambios y son conscientes de que se vienen … ¡¿Y el sueldo? Y es menos de seguro, son momentos. Ahora al despedirlo hasta la próxima le pregunto ¿qué se siente cuando ello te ocurre? Y nada, tengo que pensar una nueva estrategia que ya la tengo… ¡No me joda! Sí, yo soy experto en eso que hay tantos… Desahóguese, dígalo…no no, no puedo es mucho el dolor… Chau hasta la próxima.

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