07.01.2021 El 4 de enero fue el Día Internacional del Braille

Antes de que se celebren elecciones en Sierra Leona, un oficial de capacitación lee una guía de votación táctil para garantizar que las personas con discapacidad sepan cómo votar (2018).
Por Karen Corbo
Una de las costumbres que más extrañamos con la pandemia es dar abrazos. El tacto es un sentido fundamental en humanos y animales que nos permite comunicarnos, y en el caso de los abrazos es una forma de reconfortar a alguien. Para una persona con discapacidad visual el tacto es una forma de comunicación indispensable, por ello el distanciamiento físico recomendado resulta aún más complicado para esta población.
«La situación de pandemia a toda la población con discapacidad fue una de las más vulnerable y la discapacidad visual más que ninguna porque obviamente el tacto para ellos es toda fuente de información, si bien hay otros sentidos y lo mismo que el distanciamiento social. Este distanciamiento físico es complicado porque necesitan de la ayuda de otras personas para muchas situaciones, de pronto para pedir información, cruzar una calle, hay calles que necesitan ayuda, que tienen semáforo o son muy transitadas. Entonces el solicitar ayuda a alguien, mantener las distancias, una persona que tenga muy baja visión o que tenga ceguera es muy difícil sostener una distancia que no logra percibir de otra persona. Obviamente que para ellos es todo lo contrario a lo que necesitan», explicó la docente especializada y técnica en rehabilitación de personas con discapacidad visual Noelia Villete.
«Para ellos fue bastante complicado, también el poder sostener la información actualizada a la que no escuche en un informativo, la mayoría de las cosas no están en sistema Braille. También eso complica que puedan estar informados, que tengan que salir a la calle con muchos más protocolos que otras personas, desde la higiene del bastón, que tienen que estar continuamente con alcohol porque si piden ayuda y necesitan de la técnica de guía vidente tienen que tomar del brazo de la persona e inmediatamente higienizarse. Es bastante complicado para ellos», señaló Villete.
Según el último censo, «en Lavalleja es la segunda discapacidad, entre baja visión y ceguera. Es la segunda después de la motriz», mencionó la docente especializada.
El Braille
Desde 2019 la Organización de las Naciones Unidas conmemora el 4 de enero como el Día Mundial del Braille, también en homenaje a Louis Braille, el sacerdote y pedagogo francés nacido en esa fecha en 1809 en Coupvray, Sena y Marne, quien diseñó este sistema de lectura y escritura.
«El braille es una representación táctil de símbolos alfabéticos y numéricos que utiliza seis puntos para representar cada letra y cada número, e incluso símbolos musicales, matemáticos y científicos. Este sistema de escritura lo usan las personas ciegas o con deficiencia visual para leer los mismos libros y publicaciones periódicas que los impresos para la lectura visual y garantizar la comunicación de información importante para ellas y otras personas y representa competencia, independencia e igualdad», explicita el sitio web de Naciones Unidas.
«Para las personas con discapacidad visual es fundamental porque si bien ahora hay muchos avances tecnológicos, ellos tienen sus teléfonos y sus computadoras con el lector de pantalla que es un sistema que les va leyendo en voz alta los mensajes, lo que van escribiendo, todo, pero una persona se considera alfabetizada si sabe leer y escribir. Pueden escribir en la computadora o en el teléfono pero en realidad no están leyendo, lee la computadora o el teléfono. Si necesitan leer, necesitan el sistema Braille, es la única manera en la que pueden acceder a leer», indicó Villete.
«Si bien la tecnología es un complemento no es un sustituto, porque si lo tomamos como un sustituto quedarían analfabetos, porque no estarían leyendo. Para ellos el sistema Braille es fundamental», agregó la docente.

Universalización
Si bien el Braille es un sistema universal, en la práctica no todas las escrituras están traducidas al este. Consultada sobre el acceso a este sistema, la docente mencionó que «depende en qué área. Por ejemplo hay bibliotecas, hay libros que están en Braille, ahora más porque hay un tratado que permite transcribir muchos libros en Braille, entonces hay libros de estudio, de recreación, de cultura que están en Braille, no es la mayoría pero es bastante mayor de lo que hacía muchos años atrás, es bastante más el bagaje de lo que hay, en las universidades también, se están haciendo muchos esfuerzos en este sistema».
«Esto también depende muchas veces de los países, hay países que están más avanzados y otros que no tanto. Por ejemplo hay documentos que no están en Braille, como si vas a pedir la partida de nacimiento no está en Braille, si hay un documento que necesitas firmar generalmente no lo hacen en Braille porque hacerlo implica tener una impresora Braille que son muy caras o que la persona que lo haga maneje el sistema. Entonces a veces depende de la buena voluntad de cualquier trámite que vaya a hacer necesita a alguien que se lo lea, porque la persona con discapacidad visual que utilice el Braille como un sistema de lectoescritura va a depender de la otra persona y la confianza que le tenga, por eso en esas cosas pierden un poco la autonomía y la privacidad también porque tienen que llevar a alguien que le transcriba, confiar en la otra personas, que se está enterando de cosas que uno no tiene porqué enterarse y son propias de la persona», expresó Villete.
«La utopía sería que obviamente todo pudiera estar en este sistema, que todos pudiéramos manejarlo para que la persona se pueda manejar más autónoma y con esa privacidad que es lógica de cada persona. En Uruguay no existe eso y si bien el sistema es universal y hay países que sí, acá todavía no hemos llegado a tal evento», concluyó la docente.