16.03.2021 Álvaro Villete y su exótica experiencia en Azerbaiyán

Primera parte de la charla con el guardameta minuano que cruzó el mundo buscando su crecimiento
Por Leonardo Rodríguez
El guardameta minuano Álvaro Villete está desde hace algunas semanas enrolado al Sabah, club de la premier league de Azerbaiyán, país que baña sus costas en el Mar Caspio y que tiene una disputa de amplia repercusión internacional con su vecino, Armenia.
Desde el invierno en aquella parte del mundo, conversamos con el minuano sobre sus sensaciones tras llevar algunas semanas en el lugar y todo lo relacionado a los cambios culturales que significó incursionar en ese país de la antigua República Soviética.
Villete vive el día a día con siete horas de diferencia respecto a nuestro país y a modo general aseguró que lo está pasado «dentro de todo bien, si bien es un país muy distinto a nuestras culturas», por lo que «me ha costado un poco adaptarme en ese sentido».
CAMBIO CULTURAL
Villete tuvo otras experiencias internacionales pero todas habían sido dentro de nuestro continente, de ahí la complejidad de chocar con una cultura desconocida. Lo complejo fue «salir para este lado, porque uno en Colombia, en otras ciudades, en otros países, tenemos, quieras o no, culturas similares y acá sí sentí ese cambio. Con el idioma, un poco con la gente. Es un poco un ambiente más frío, si se puede decir así, al que uno se tiene que adaptar. Es la primera vez» que le toca estar fuera de nuestro continente.
La llegada a Azerbaiyán fue difícil de concretar. «Estaba en Colombia y tenía problemas porque no había vuelos, entonces tuve que salir en un vuelo humanitario hasta Madrid. De Madrid a Estambul y Estambul – Bakú. Hay bastantes escalas, bastantes horas, pero se llegó al fin», afirmó el arquero que debió realizar todo ese periplo para sumarse a su nuevo club.
EL FRÍO INVIERNO
Generalmente asociamos Colombia con mucho calor, humedad y altas temperaturas. Sin embargo, «estaba en una ciudad donde la temperatura no era tan alta, porque había altura, así que 15° más o menos era lo más normal ahí en Tunja y aquí ahora estamos en invierno. Estábamos entrenando y estaba nevando, ahora está bastante frío. Estamos en invierno, sería lo contrario a ahí en Uruguay», explicó Villete en referencia al frío de Bakú.
MUCHOS IDIOMAS EN EL VESTUARIO
Seguramente nunca nos cuestionamos cómo sería un camarín donde haya varios idiomas entre los deportistas. Mucho menos que todo esto se dé lejos de tu tierra y que tu idioma de origen no sea manejado.
Algo así le sucede a Álvaro Villete, quien reconoció que en las comunicaciones, «fue un poco chocante el cambio. Son idiomas muy distintos y te cuesta dialogar. El arquero tiene que estar en plena conversación, comunicación con los defensas, ordenando». A eso hay que agregarle que «no todos manejan bien el inglés y en mi caso tampoco, entonces he ido aprendiendo un poco los términos en inglés, pero no todos lo hablan. Se habla ruso, se habla azerí, hay muchos idiomas mezclados en el vestuario, entonces, en un principio fue muy chocante esa llegada, porque uno cuando está en Sudamérica no lo necesita y por primera vez me tocó vivir esta experiencia y fue un poco duro al principio», aseguró el guardameta en relación a no manejar en forma fluida el inglés, como idioma universal.
DIFÍCIL COMUNICACIÓN
Si es complejo el tema en el vestuario, qué decir del campo de juego. El guardameta tiene que estar hablando todo el tiempo a sus compañeros, ordenándolos y advirtiéndole de situaciones de juego. A la inmediatez que eso genera, hay que sumarle que tiene que hacerlo en otro idioma bien distinto al suyo de origen. Todo eso complejiza demasiado la comunicación.
Sobre el tema y sin distinción, Villete confirmó que «todo es complicado. Son idiomas que cambian mucho, entonces los compañeros no me van a entender bien. Acá también les gusta que el arquero siempre esté en comunicación pero es difícil para mí comunicarme en todo, porque se necesita estar en plena concentración con los compañeros, en pelotas quietas, en todo. El arquero es muy importante para dialogar con el equipo y en ese sentido fue muy raro» tener que insertarse en un equipo de estas características.
En futura edición, más testimonios de Álvaro Villete desde Azerbaiyán para nuestra redacción.