11.05.2021 El arte urbano a través de las pinturas de Diego Bezón

Por Karina Núñez
El Grafiti es el resultado de pintar textos abstractos en las paredes de manera libre, creativa e ilimitada con fines de expresión y divulgación donde su esencia es cambiar y evolucionar, buscando ser un atractivo visual de alto impacto para la sociedad, como parte de un movimiento urbano revolucionario y rebelde.
Hoy en la ciudad de Minas tenemos la posibilidad de disfrutar de arte, realmente arte en diversos muros de paredes viejas, abandonadas, otros en lugares emblemáticos, como el Estadio Municipal, la Escuela Técnica de Minas, y tantos otros lugares que cada día vamos disfrutando en el pasar.
El artista y muralista Diego Bezón ha sido el pilar principal de este arte callejero, a veces acompañado por Andrés Moraes, aunque en otras oportunidades también se los ve pintando a cada uno por su lado.
Lo destacable es que realmente nos apasionamos al ver cada mural, la ciudad empieza a florecer, a vivir de colores y eso es lo que nos hizo hablar una vez más con Bezón.
Este pasado domingo, día de la madre, en horas de la tarde pasamos por la Rambla de nuestra ciudad, allí nuevamente nos sorprendimos de ver un muro que estaba siendo renovado, con color, con mucha alegría y destacando lo que la Rambla por sus antepasados ha sido, una muestra del candombe, del tambor, del fuego y demás.
Allí estaban Diego Bezón y Andrés Moraes realizando este mural, acompañado por algunos tambores de una comparsa, la gente se paraba a ver, otros a disfrutar el espectáculo. Fue así que Diario La Unión también aprovechó y conversó con Diego, este joven artista de nuestra ciudad, que hace tan loable labor y que ya es reconocido a nivel país por sus hermosos trabajos, no sólo del arte callejero, sino también por su pinturas en cuadros y demás.
Al ser consultado dijo Bezón que esto «realmente parte de la iniciativa mía desde hace un tiempo. Esto es el fruto de la rifa que se realizó donde pudimos recaudar dinero para poder comprar mucha pintura y eso incentivó los últimos murales».
Para el artista estas realizaciones son parte también de publicidad para su trabajo. «Yo vivo de esto y muchas veces si no tengo trabajo o recién terminé de pintar un cuadro y tengo tiempo, decido pintar un mural y por lo general me sale trabajo», explicó.
El artista no percibe una remuneración económica por pintar los murales, «a lo sumo colaboran con pintura o en algunas ocasiones me ha sucedido que paran en sus vehículos y me dan dinero, es tremendo gesto, porque eso me hace sentir un acto de bondad o no sé de qué, pero se siente bien, porque es como que se te retribuye de cierta forma, porque realmente la ciudad va cambiando».
EL IMPACTO EN LAS PERSONAS
A la gente le gusta muchísimo, «en realidad considero que les debe causar un impacto lindo, de pasar de ver un muro que está roído por el tiempo de hace muchos años, y que pases al otro día y que haya algo pintado».
Cuando inquirimos en cuanto tiempo hace que comenzó a hacer este arte, recordó que «el primero que hice fue en la pista de Skate, donde hice todo el piso de la pista con un pulpo gigante, como si fuera un piscina y tuviera un pulpo dentro y ese fue el primero. Después se fueron sucediendo uno a otros y empezó quizás hace como 7 años».
Cuando conversamos de los muros, de las fachadas, comentó que «por lo general pido autorización, a no ser que sea una propiedad que está abandonada, pero por lo general pregunto de quién es y pido permiso para hacerlo».
LA ÚLTIMA REALIZACIÓN EN LA RAMBLA
Hablando de los últimos trabajos, «en La Rambla este domingo se dio porque la comparsa que ensaya allí, juntaron dinero, compraron pintura y nos pidieron para hacer el mural, por lo que fuimos con Andrés Moraes, con quien a veces pintamos juntos, salimos juntos a pintar de vez en cuando».
Bezón señaló que en todas las ocasiones que va a pintar un mural mira la escena, «por lo general vengo pintando naturaleza, mi entorno y este último, como fue a pedido de una comparsa, imaginé el candombe, la fogata cuando calientan la lonja y así se hizo».
FACHADA FRENTE AMPLIO
Al hacerle referencia de la fachada del comité central del Frente Amplio, mencionó que «eso fue un trabajo en equipo, fue con Carla González, otra chica que trabaja la parte digital que sugirió el tema, por lo que ahí nosotros lo que hicimos fue obrar de impresora, porque nos dieron el diseño y nosotros lo imprimimos en el Frente y quedó buenísimo, pero además estuvo muy buena la jornada entre todos».
LOS TRABAJOS
Cuando le preguntamos cuánto le lleva hacer un muro, indicó que «todo depende de la complejidad, de la cantidad de colores, del tamaño, pero por lo general va de un día a dos»,
«En general últimamente estoy quedando bastante conforme con todos, quizás el último que hice en calle Ituzaingó casi Ellauri, fue el que más me gustó, al igual del que está enfrente a Casa Encantada y muchos otros, que me han dejado muy satisfecho», relató.
EL FUTURO
Con respecto a la continuidad de su trabajo como muralista, Bezón expresó que «en realidad ya estoy en este barco, aunque te digo que últimamente he estado pensando también en el tema de la jubilación, pero creo que de viejo me verán pintando y así me veo, por lo que se que hay mucho delante, y tengo la sensación de que no hay techo en esto. En esto podes ir creciendo cuanto uno quiera aprender y nunca perder esa inquietud por querer saber más y tener desafíos de técnicas o conocer siempre artistas nuevos».
Diego Bezón le gustaría vivir de su arte, pero nos afirmó que «es bastante difícil, porque con la pandemia que vivimos hoy, el tema del arte es secundario, por eso está muy complicado, pero uno tiene que reinventarse. Por eso tengo unos cuantos proyectos y tengo uno que nos presentaremos con una amiga que es Aurora Paiva, con quien tenemos la idea largar una especie de librejo, con veinte frutos autóctonos denotando la zona y la época del año en que están esos frutos, mi parte sería la de ilustración, pero es un proyecto donde concursaremos en un Fondo, donde si ganamos recibimos un dinero importante y ojalá tengamos suerte».