17.02.2024 ¿Qué relación existe entre el Carnaval y la Cuaresma?

Fernando Pereira
Por Karen Corbo
Con el final de la semana, también van culminando las actividades por Carnaval. Esta celebración tiene especial arraigo en nuestro país, pero también existe un vínculo religioso. Diario La Unión conversó con el padre Fernando Pereira, sacerdote de la parroquia Santa Teresita, sobre la relación de esta festividad con la Cuaresma.
«El Carnaval es una de las fiestas más destacadas a nivel internacional. Los más conocidos tienen lugar en Venecia (Italia) y en Brasil. Este tiempo nació en los primeros siglos, cuando los católicos buscaban cambiar las fiestas paganas por otras con relación con Jesús y la Iglesia. Una de las cosas que más llaman la atención de esta emblemática celebración es que cada año tiene lugar en una fecha distinta y está vinculado a la Semana Santa debido al calendario lunar. El Carnaval comienza el jueves anterior al Miércoles de Ceniza, el cual marca el inicio de la Cuaresma, un período de reflexión y preparación espiritual que se inicia 40 días antes de la Semana Santa», explicó Pereira.
«Por lo tanto, la fecha en la que se celebra el Carnaval cada año depende de la Semana Santa. Pero ¿cuál es el motivo por el que la Semana Santa no tiene una fecha fija? Depende del calendario lunar, de forma que el siguiente domingo a la primera luna llena después del inicio de la primavera en el hemisferio norte es el Domingo de Resurrección», reseñó.
«El Carnaval es una celebración popular que tiene lugar inmediatamente antes de la cuaresma cristiana, que se inicia con el llamado ‘Miércoles de Ceniza’, una fecha de la Iglesia Católica. El Carnaval, aunque la Iglesia cristiana no lo admite como celebración de tono religioso, está asociado con los países de tradición católica», mencionó el sacerdote.
La Cuaresma
La Cuaresma corresponde al «período de cuarenta días (cuadragésima) reservado a la preparación de la Pascua. Desde el siglo IV se manifiesta la tendencia a constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia. ‘La Iglesia se une todos los años, durante los cuarenta días de la Gran Cuaresma, al Misterio de Jesús en el desierto’ (Catecismo de la Iglesia Católica, 540). Proponiendo a sus fieles el ejemplo de Cristo en su retiro al desierto, se prepara para la celebración de las solemnidades pascuales, con la purificación del corazón, una práctica perfecta de la vida cristiana y una actitud penitencial», señaló Pereira.
Este período «es un tiempo litúrgico de conversión que se centra en tres pilares espirituales: la oración, el ayuno y la limosna», comentó.
«Que las celebraciones religiosas de esta Cuaresma, los cultos y las distintas Eucaristías nos acerquen más a Dios y a los hermanos. Aprovechemos este tiempo de gracia, estemos bien despiertos, centrados en lo fundamental. Que vivamos este tiempo con fe, esperanza y amor, con nuestros ojos fijos en Jesús Nazareno. No caminamos solos, caminamos con Jesús y con Santa María, en comunión con toda la Iglesia en oración y sacrificio, recorriendo el camino de la Cuaresma que no termina en la Cruz, sino en la Resurrección», concluyó.