25 AÑOS DE LA COMUNIDAD JUGADORES ANÓNIMOS EL TESTIMONIO DE JORGE: “SOLO POR HOY NO JUEGO”

Por Karina Nuñez.
EL TESTIMONIO DE JORGE: “SOLO POR HOY NO JUEGO”
25 AÑOS DE LA COMUNIDAD JUGADORES ANÓNIMOS
El 14 de abril pasado, en nuestro país, se celebraron los primeros 25 años de una comunidad de Autoayuda, llamada JUGADORES ANÓNIMOS.
Dicha comunidad trata en el formato de grupos de ayudar a aquellas personas que tienes problemas con el juego compulsivo. El juego compulsivo o Ludopatía es una enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud, una enfermedad progresiva que nunca puede curarse, pero que si puede detenerse.
Jugadores Anónimos es una hermandad de hombres y mujeres que comparten mutuamente la experiencia, la fuerza y la esperanza de que ellos pueden resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse del problema de jugar compulsivamente.
El único requisito para ser miembro de JA es tener el deseo de dejar de jugar. No se requieren cuotas ni honorarios para ser miembro: nos mantenemos con nuestras propias contribuciones.
Jugadores Anónimos no está aliado con ninguna secta, religión, creencia política, organización o institución y no quiere comprometerse en ninguna controversia, ni respalda, ni se opone a ninguna causa. El propósito fundamental es dejar de jugar y ayudar a que otros jugadores compulsivos hagan lo mismo.
Jugadores Anónimos, está compuesta de gente de muchas creencias religiosas, así como agnósticos y ateos. El programa de JA está basado en ciertos principios espirituales, pero el miembro es libre de interpretar estos principios como elija. La palabra «espiritual» puede ser dicha simplemente para describir aquella característica de la mente humana que está marcada por las cualidades más altas y admirables, tales como la generosidad, honestidad, tolerancia y humildad. Considerando que JA aboga por la aceptación de estos principios como forma de vida, puede decirse que Jugadores Anónimos es una hermandad espiritual, no religiosa.
EN UN MANO A MANO.
Diario “La Unión”, tuvo la oportunidad de contar con un testimonio de un integrante de Jugadores Anónimos, por lo que al iniciar la Charla, nos dijo “Mi nombre es Jorge, soy jugador compulsivo en recuperación y no juego y practico el programa desde hace más de 13 años. El motivo por el cual llegue a ser un jugador no lo sé exactamente, puede haber muchas razones, si sé que mi vida antes de llegar a la comunidad se había vuelto ingobernable.
Esta enfermedad se caracteriza por la Obsesión y la Compulsión, uno vive el día obsesionado en conseguir dinero para ir al lugar de juego y cuando lo logra y puede ir, al hacer la primera apuesta, la compulsión es tan grande que juega hasta perder su último peso. En mi caso yo perdí dinero claro, pero mas que nada perdí mi familia, mi trabajo, mi vergüenza y mi dignidad. Perdí 20 años de mi vida, no vi crecer a mis hijos y llegué a perder mi matrimonio. Parece una novela, pero esto es lo que sufren la mayoría de las personas que llegan al grupo cada día pidiendo ayuda.
Este es un programa espiritual, o sea que no está aliado con ninguna secta, religión, creencia política, organización o institución, y no quiere comprometerse en ninguna controversia; ni respalda ni se opone a ninguna causa. Nuestro propósito principal es detener el juego y ayudar a que otros jugadores compulsivos hagan lo mismo”.
ANALIZAR LA CONDUCTA.
Jorge, nuestro entrevistado, también hacer reflexionar y analizar la conducta adictiva; señalando que “hay tres características que determinan si tú eres compulsivo, la primera es no querer aceptar la realidad, en mi caso siempre vivía en una nube, y necesitaba escapar a un lugar donde la fantasía le ganaba a la realidad. Segundo, la inseguridad emocional, necesita el jugador compulsivo «estar en acción», allí es el único lugar dónde se siente seguro, confortable, los sicólogos le llaman su Zona de Confort, porque se olvidan de sus problemas, de sus deudas que son muchas, de su familia, de su propia salud, llegan a límites insospechados de dejar de alimentarse, higienizarse, o sea a no quererse a sí mismos. Y la tercera y no menos importante, es la inmadurez, un deseo de tener todas las cosas de la vida sin ningún esfuerzo de su parte. Se evita la responsabilidad de la madurez de manera inconsciente, o sea no están dispuestos a encarar sus vidas”.
También Jorge, contó que sucede cuando se ingresa a la comunidad, donde hay cosas muy positivas, resaltó “se les recibe con mucho respeto, amor, y se les transmite esa sensación de que allí se sentirán
seguros y en paz, no hay reproches, sorpresas, ´todos hemos hecho cosas peores, iguales o mejores que ellos pero sufrimos la misma enfermedad´.
Por lo general el grupo los recibe con un aplauso porque han tomado la más importante decisión de su vida, CAMBIAR, este es un programa de vida, no solo se viene a dejar de jugar, sino que se concurre a cambiar su modo de Pensar y Vivir, por eso es que se debe practicar toda la vida, como si tuviéramos diabetes por ejemplo.
La recuperación es muy lenta, pero si nos mantenemos sin jugar un día a la vez y concurrimos a los grupos asiduamente, el tiempo pasa, nos vamos sintiendo mejor y nuestro entorno comienza a ver pequeños cambios en nuestra conducta.
Las deudas se pagan, con tiempo y el asesoramiento de personas de la comunidad que los guían para saldarlas sin descuidar sus finanzas. Hemos destruido un edificio entero con nuestro juego, con nuestros errores, reconstruirlo nos va a llevar mucho tiempo también, no queramos resolver todos nuestros problemas de una sola vez, trabajemos la ansiedad, recuperemos el buen sentido y veremos que todo se soluciona”.
REFLEXIÓN.
Al pedirle su reflexión, Jorge, asintió “La vida nos depara Felicidad, el Dios de vuestro entendimiento, no los puso acá para sufrir, sino para ser felices un día a la vez”.
Para contactarse con Jugadores Anónimos: Página Web: jugadoresanonimos.com.uy.
Línea de vida: 098 111 533.
Nuestro agradecimiento a Jorge, quien a pesar de anónimo, contó parte de su vida y como logró salir de ese trance.