colectivo diversidad lavalleja

Minas, 25 de noviembre de 2019.

En el marco del día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, y en este momento de cambio de gobierno, se hace necesario reafirmar las reivindicaciones que como colectivo social venimos trabajando a nivel territorial y nacional. 
Observamos con preocupación como ciertos referentes políticos se han expresado con claros discursos de odio, proponiendo desmantelar conquistas que nuestros movimientos sociales han alcanzado con el amplio apoyo de la sociedad uruguaya.
En estos tiempos, dónde se habla de Ideología de género, afirmamos que esta no existe como tal, él género es una categoría de análisis, que nos permite reconocer las desigualdades entre mujeres y hombres en todos los espacios de nuestra vida cotidiana. 
Están en riesgo avances que se forjaron para ampliar y legitimar nuestra dignidad y es por eso que hoy venimos a alertar sobre estos discursos y propuestas antiderechos.
El país que soñamos tiene que construirse con amor, empatía e inclusión para lo cual el camino siempre será el respeto a la dignidad humana. 
En los últimos 15 años, Uruguay se ha convertido en un país de avanzada en la conquista de estos derechos al haber aprobado distintas leyes sobre aborto legal, matrimonio igualitario, identidad de género o violencia basada en género. 
 Para continuar avanzando en el camino de la igualdad reafirmamos la necesidad de generar a corto plazo acciones como:
– Garantizar la asignación de mecanismos de monitoreo electrónico (tobilleras) para dar respuesta en todos los casos de violencia basada en género.
– La intervención de los equipos de salud para agresores de alto riesgo
– El establecimiento de un centro de referencia y articulación de respuesta para
situaciones de riesgo de vida de mujeres, niñas, niños y adolescentes
– Acciones de sensibilización en medios de comunicación en el marco de la Ley Nº 19.307 para conocer sus alcances
– Asignación de recursos para su verdadera puesta en ejecución.
– Continuidad y ampliación de la educación sexual integral con perspectiva de derechos, género y diversidad.
Lo antedicho, no se construye en base a subjetividades, en nuestro país existen estudios académicos que nos permiten visualizar la realidad nacional en esta temática, en esta línea los invitamos a leer el trabajo de investigación de MYSU denominado «Uruguay, el mal ejemplo» de 2019.

El avance logrado en Uruguay, lejos de exonerarnos de este desafío, nos convoca a defender lo logrado en la agenda de reconocimiento de Derechos y representa una obligación ética de toda fuerza política y social que se autodefina democrática y cuyo horizonte sea la defensa irrestricta de los Derechos Humanos.
Coordinadora 8 de marzo, 25 de noviembre; Colectivo Diversidad de Lavalleja.

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