16.05.2020 Toda una vida en las carreras

Raúl «Garrido» Hernández es el corredor en actividad con más competiciones
Por Leonardo Rodríguez
Desde su adolescencia y con apodo heredado de su padre, que fue quien lo inició en esto, «Garrido» Hernández se destacó en las carreras de pista, las clásicas pencas, lo que le permitió llegar a distintos lugares del país. Con 34 años de trayectoria, conversó con Viva el Deporte sobre su recorrido en este deporte, su presente y el retiro, que asume, no es lejano.
Raúl comenzó explicando que «a mi viejo le decían ‘Garrido’. Era Santiago Hernández pero le decían ‘Garrido’, entonces en las carreras todo el mundo me conoce como Raúl Garrido, en vez de Raúl Hernández. Es como que ni era hermano de Omar», el arquero de Estación durante varias temporadas desde la década del ’90 en adelante, y que también formó parte de la selección de Lavalleja.
Por eso, «en los cuadros y en las carreras, me ponen Raúl Garrido» contó con el semblante de aquel que tiene asumido lo que indica.
TRADICIÓN FAMILIAR
Su historia tiene un origen, que no es otro que la continuidad de una tradición familiar. «Mi viejo era Jockey. Dejó de correr y arrancó a entrenar caballos. Y ya nací en eso yo. Nací andando a caballos. Mi viejo cuidaba y yo empecé a andar a caballos. Con 14 años (en 1986) corrí el mismo día dos carreras de Pony, gané la primera. En la segunda ya rodé y perdí. Después pasaron varios meses y me dio el viejo dos caballos que cuidaba él, para debutar en la pista de Tala. Perdí la primera y gané la segunda. Ahí si, arrancamos a ir todos los fines de semana», recordó Raúl, quien tomó nota de sus primeras participaciones en un cuaderno que aún conserva. Su registró se extendió hasta principios de los ’90 lamentablemente, de lo contrario, la lista sería tremendamente rica y extensa.
Haciendo memoria, tiene presente competiciones «en Durazno, Florida, Treinta y Tres, Maldonado en el hipódromo, Rocha, por todos lados, porque te empieza a llamar la gente. Había más pistas antes, Mariscala, Varela. La gente te contrata, te llama si le gusta como le conducís los caballos, porque uno se los corre. Aunque pierdas, te dan para los gastos y los pasajes. La gente te contrata y ganando siempre se genera algún dinero más», explicó Raúl.
VIVÍ DE ESTO
Cuando largó, era un chiquilín, por eso, «arranqué como un hobbie, como quien juega al fútbol. A los 12 años me quisieron llevar a Maroñas en unas vacaciones y no quise ir. Siempre me dediqué acá. Después, durante varios años viví de esto. Estuve viviendo de eso, sin trabajo y viviendo de las carreras. Entrenando todos los días, que por eso se genera algo también», detalló ‘Garrido’.
La metodología de trabajo indica que «vos tenés distintos patrones, un domingo te llama alguien de Florida, al otro alguien de Trienta y Tres, te va contratando la gente. A veces quedan desconformes con tu trabajo, a veces te siguen llamando. Ahora no he dejado de correr, pero ya he estado para dejar, estamos entrenando menos y le sigo corriendo a patrones que les he corrido toda la vida, que ya no es tanto por las condiciones, sino por la confianza que hay en uno», aseguró Raúl.
GRACIAS A LOS CABALLOS
Haciendo una rápida revisión, comentó que «los lugares que he conocido y la gente que he conocido, es todo gracias a las carreras. No he andado mucho para el litoral, es más del sur, pero es todo gracias a los caballos», reconoció.
Para correr en las pistas del interior, acceder a la participación «no es tan riguroso. En Maroñas si vas con 56 kilos no podes pesar más de 58. Acá vas de 50 y teniendo más, podes correr. A mí me ayudó mucho el físico, nunca me cuidé. Cuando debuté era livianito y nunca me cuidé. El mismo entrenamiento te hacía estar en forma. Te tiene que ayudar el físico. La gente que es muy alta, tiene que pasar hambre. Si yo hubiera tenido que pasar hambre, creo que dejaba», estableció Raúl.
UN VETERANO CON GANAS
Para poder tener un buen rendimiento, «el entrenamiento es todo. Ahora ya estamos entrenando poco y es igual que el jugador de fútbol. El entrenamiento, la fuerza de piernas… si no entrenas, te cuesta más. Ya vas como dando ventaja. Pero van pasando los años, yo debuté en 1986, hace 34 años. Corro con gurises de 20 años y yo llevo 34 corriendo, ya soy un veterano», afirmó Raúl.
La motivación está intacta, «te quedan las ganas, porque vas viendo que son las últimas carreras que vas a correr, pero te saca mucho. Ahora no tanto, pero cuando anduve con 30 años, corriendo sábado en un lado, domingo en otro… me sacó mucho de la familia. Yo trabajaba entre semana y venían los fines de semana y había carreras en un lado y otro. No estaba mucho con mi hijo. Él tiene 10 años y yo no me perdía ni una carrera. A veces tenía un viaje y no iba, suspendía todo, me iba a correr. Es un ingreso extra, te pagan por lo que te gusta y es un dinero para disfrutar, la generás sin sentirla, pero me sacó muchas cosas porque estaba siempre en eso. Ahora no, ahora me llaman para correr el domingo y si tengo un viaje planeado, digo que no voy, me lo tomo distinto», sostuvo Raúl.
CADA VEZ MÁS DÍFICIL
Correr en las pistas «cada vez se puso más difícil, porque al andar bien Maroñas, al haber mucho dinero y al ganar bien los Jockey, se vinieron muchos. Maroñas está lleno, nunca hubo tantos. Los que andan bien son los buenos, pero hay cantidad que empiezan a salir a correr afuera, entonces es más competencia para acá. Yo corro con brasileños todos los fines de semana. Los que corren poco en Maroñas empiezan a salir y es más la competencia. Y uno ya está más viejo. Ellos corren estribados, corren con montura y yo corro en pelo, sin estribo», contó Raúl estableciendo las diferencias que se dan al respecto.
HIPÓDROMO… NO
De joven tuvo chances de ir a competir a Maroñas, «cuando me quisieron llevar a varear, yo no quise, no vi un buen ambiente. Y nunca me gustó mucho el Hipódromo. Corrí en el Hipódromo de Maldonado, que ya se dejó. En el Hipódromo de Rocha, tuve oportunidad de ir al Hipódromo de Las Piedras y no fui. Un día estaba en Florida, me quisieron dar uno para correr y no quise. Me gustaba más lo mío, las pencas. En el hipódromo corrí, pero lo máximo fueron 600 metros. Ya para correr más de mil tenés que correr estribado. Y yo corrí muy pocas veces estribado, 600 metros en Maldonado, en el Hipódromo de Punta del Este. No era lo bueno mío, el fuerte mío es como corro acá» en nuestro medio, subrayó ‘Garrido’.
Hablando de pistas, la «del ‘Pocho’ Gómez tenía 700 metros. Y ahora lo más normal es 500 metros, 450, 500, 550. De 600 ya no va quedando pista tan larga. En San Carlos da para correr 700», contó Raúl.
Él y su familia son los propietarios de la pista que está en la Avenida Artigas, próximos al Batallón de Infantería N° 11. Allí «no se puede correr más de 500 metros». Esa pista «hace 20 años que la hizo el viejo, porque no había pista ahí», afirmó Raúl.
En la familia el elegido para ser Jockey fue él, aunque la tradición no continuará a la generación siguiente.
A su hijo «le gusta el fútbol. Los caballos, ni cerca. Esto viene en decadencia, cada vez hay menos carreras. Acá se está terminando ya. Además parar correr no, porque va a ser muy alto, no es como yo», contó Raúl.
En tanto Omar, trabajó con ellos pero no contaba con las condiciones naturales como para poder correr. «Mi hermano anduvo en algunos caballos, andaba de empleado. Me viejo cuidaba 10 o 12, los entrenaba yo, los corría yo y mi hermano los atendía, los limpiaba y les daba de comer. Es muy grande, no le daba el físico para ser Jockey, era muy alto y muy pesado», explicó ‘Garrido’.
CUANDO LE GANÓ A PABLO FALERO
Pablo Falero, ahora ya retirado, se destacó durante muchos años en hipódromos argentinos. Raúl nos ambienta en su anécdota, explicando que Falero «hizo fama en Argentina, se fue para allá en el año ’91. Es un monstruo, uno de los 5 o 6 mejores jockey mundiales, que hace poco dejó. Antes de irse, en el ’90 vino a la pista de Minas, a la que había antes que era del ‘Pocho’ Gómez. Corrió dos y en una le gané yo. Tengo la foto como un recuerdo. Corrió conmigo, gané yo y fue segundo él», recordó Raúl con orgullo.
Producto de su perfil bajo, rápidamente acotó que «no tiene nada que ver, no es que seas mejor ni nada, porque te tiene que ayudar el caballo y ser más ligero que el otro. Pero es un recuerdo lindo que me quedó, que corrí con uno de los mejores jockey de la historia del Uruguay», subrayó Raúl.
CARRERA CORTA
Actualmente, «en actividad no hay nadie que tenga más carreras que yo, ya han dejado todos. Es una carrera corta, como la del futbolista. Yo he seguido, porque he seguido nomás. Había otro que tenía más o menos las mismas carreras que yo, el ‘gallego’ Lemes, que falleció en un accidente en una carrera. Carreras de pencas, como las llamamos nosotros, soy el que he corrido más acá en la vuelta y es por arrancar tan joven. Hay gurises con los que corro que antes corrí con los padres y los tíos», confirmó Raúl.
TRES CARRERAS EN SU CUMPLEAÑOS
Las carreras muchas veces se superponen en la misma jornada. «Yo he corrido el mismo día en dos lugares. Un cumpleaños mío, un 11 de enero, corrí en la pista de Bentancurt, pegado al Parque de UTE. Cerca de mediodía corrí un petiso y gané. Me fui para Aguas Blancas, corrí una del ‘Cabeza’ García y gané. Me vine, mi viejo me esperó en Las Palmas y me fui a correr a Varela, era la última, corrí mano a mano y perdí. Me hubiera gustado ganar en los tres lados», señaló ‘Garrido’.
LA MATERIA PENDIENTE Y LOS AGRADECIMIENTOS
Si algo le quedó pendiente tras tantos años de actividad, fue «no haber intentado ir a Maroñas, no haberme animado. Es lo mismo que el fútbol, jugar en la capital y en las grandes ligas. Te quedás con eso de decir ‘que hubiera sido si hubiera ido a la capital’, que es otro mercado. Y no sabes. Podría haber andado mejor o haber andado peor. Es un sueño que te queda, de decir ‘por qué no fui’. Lo de acá, lo hice a mi manera», afirmó Raúl.
A la hora de los agradecimientos, destacó «siempre a la familia. A mi viejo, que me gustaron siempre los caballos gracias a él. Gracias a él conocí los lugares y la gente que conocí. Y a todos los que me apoyaron y las amistades que hice, que es la mejor ganancia que me dejó. No quiero nombrar a nadie para no olvidarme de ninguno, pero a todos los que me apoyaron y a todos los compañeros y amigos que hicimos en las carreras», culminó expresando ‘Garrido’ Hernández a nuestra redacción.
Toda una vida para contar y resumir. Con sensaciones y momentos que sólo el protagonista puede describir. En un deporte que en nuestro medio tiene escasa actividad, aunque como en tantas disciplinas, hay un minuano que es reconocido en distintos lugares del interior… el popular «Raúl Garrido».
Lo conosi de toda la vida un gran tipo y una gran familia, un crac gunto con el Gallego. Gracias x darnos tantos triunfos, abrazo!!!