13.01.2025 El Superman Portugués que llegó a Minas y recorre el mundo en su bicicleta
 
                HISTORIA DE VIDA
Por Karina Núñez
En una mañana de enero, en nuestra plaza principal, nos encontramos con un gran personaje, un personaje de comics, hablamos de Superman, con su capa y su traje, pero en una bicicleta que era su transporte.
Decidimos conocer algo más de este viajero, que un día hace más de diez años decidió recorrer el mundo, en su bicicleta, con poco equipaje, con mucha ilusión, disfrutando cada experiencia que la vida le va presentando.
Paulo, se define como un mochilero de nacimiento, ha estado en los cinco continentes, habla al menos seis idiomas y se defiende en varias lenguas, es sencillo al vestir, al hablar, y de lo único que presume es de ser coterráneo de Cristiano Ronaldo.
Llegó a Minas por intermedio de un conocido y realmente es un placer mantener una charla con él.
Marco Paulo Martins, nació en una isla portuguesa, que se llama Madeira y nos contó que la isla tiene tres cosas famosas, Cristiano Ronaldo, el vino Madeira, el que es muy conocido también en las comidas, con su salsa madeira y la tercera, es él, el súper ciclista.
Nació el 28 de abril de 1974, tiene tres hermanos, él es el del medio.
Cuando le preguntamos cuando nacieron sus ganas de empezar a recorrer el mundo, nos contó «estaba viviendo en Guatemala y trabajaba en la selva, en un hostal en la selva y el dueño era un argentino y le gustaba hacer sus vueltas en moto y en una de sus vueltas, salió de Guatemala y fue a Panamá. A su regreso, que fue alrededor de dos semanas, me retó y me dijo ‘te presto la moto para que hagas el recorrido’, pero le dije ‘la moto va muy rápido, prefiero esa bicicleta vieja que tenía parada en un rincón’ y le dije ‘mejor lo haré en bici’.
Pactamos una fecha y en cuanto más nos acercabamos a esa fecha, no tenía una excusa para no hacerlo, entonces el chiste del que todos nos reíamos, dejó de ser un chiste y cuando nos acercamos a la fecha, me di cuenta que no tenía excusa para no hacerlo y ahí arranqué. Fue muy divertido, porque el primer día estaba en la capital de Guatemala y tenía una montaña con una gran bajada y subida. No tenía experiencia en bicicleta, no sabía arreglar nada, y resultó que en la bajada me caí, y fue el momento donde pensé, esto no es para mí. Me voy a regresar a la selva y les diré a ellos que tuve un accidente, o lo que sea, pero no quería seguir».
«Resulta que ese día de la caída, estaba una señora vendiendo cafés, me senté con ella tomando un cafecito y me dijo ‘a dónde vas con esa cosa’ y se refería a la bicicleta vieja y le dije ‘la idea es llegar hasta Panamá, pero estaría contento si pudiera llegar hasta la frontera de Guatemala con El Salvador’ y la señora me dijo ‘en esa ‘mierda’ no llegarás’. Sentí que me retó, era aquello de lo contrario cuando la gente te dice, bien dale, vete, ella hizo lo contrario, me dijo que no lo lograría. Pense, ‘no me conoce de ningún lado, ¿cómo me va a decir que no puedo hacerlo?’. Entonces ese día llegué hasta la frontera de Guatemala con Salvador. Los dos siguientes días, no hice nada, porque estaba súper cansado, me dolía todo, pero llegué y entonces pensé y entendí que no necesitaba que la gente me alentara, era más el sentido que tenía mi motivación».
«Ese fue el primer viaje, fui y regresé y lo hice súper bien y cuando regresé, mis amigos en Guatemala decían, seguro que te subiste a un ómnibus, etcétera.
Pero me quedó pendiente, hacer todo lo que era el resto de América Latina y entonces en otra oportunidad, cuando estaba en Estados Unidos, compré una bicicleta mejor, y me lancé, me fui hasta Guatemala en bicicleta».
Este estilo de vida, para Paulo, empezó hace diez años, pero tuvo un tiempo que no los hizo y después en 2019, tuvimos la pandemia y como por dos años estuvo sin hacer nada.





UN ESTILO DE VIDA
Quisimos saber, cuando él hace estos viajes, cómo se sustenta y entre risas dijo «es que soy muy rico, gané la lotería», pero luego más serio, reconoció, «siempre fui muy ahorrativo, de mi trabajo ahorro plata y la guardo, no soy de ir a fiestas, soy muy tranquilo. Trabajé muchos años en ‘TI’, computadores y con telecomunicaciones, pero por un problema de salud, debí dejar y empecé a viajar y entonces trabajaba como de lo que aparecía. Trabajé en muchos hostales, hago las temporadas, ahorro y con ese dinero, es que decido luego viajar en bicicleta y recorrer el mundo».
Por lo general, contó que se va quedando en ciertos lugares en hostales, «pero también hay tramos del viaje, donde puede acampar. En muchos lugares de América Latina, tristemente no se puede hacerlo mucho».
También nos surgió la pregunta, de por qué vestido de Superman y nos contó «cuando empecé y cuando quería hacer el viaje por Colombia –  Venezuela y Brasil, toda la gente me decía que Colombia era muy peligroso y Venezuela también, entonces pensé; tengo dos formas de hacer o vestirme, todo de negro y volar súper rápido o vestirme bien escandaloso para llamar la atención, para que si algún maleante me veía dijera, está loco, déjalo pasar, entonces busqué varias opciones, pero desde niño siempre leía los cómics de Superman, siempre me gustó, si bien no es de Portugal, pero viví en España, en Argentina, en EE.UU, en Guatemala, viví en Holanda, y descubrí que en inglés la palabra alien tiene dos significados, significa extraterrestre, pero también significa extranjero, entonces siempre me sentí un extranjero. Y eso es lo que tengo en común con Superman, que ambos éramos extranjeros o aliens, en todo lugar donde hemos estado. Toda la gente reconoce el símbolo de Superman, entonces soy el super Superman, super ciclista, lo que sea, y ha sido una buena idea. Superman, daba la vuelta al mundo y ese siempre fue mi sueño, es que es curioso cuanto más chico es el lugar de donde vienes, más grande es al lugar donde quieres salir. Estoy conquistando el mundo, logrando mi sueño, básicamente, así dar la vuelta al mundo».
LIBRE COMO EL VIENTO
Paulo no tiene hijos, ni esposa actualmente tampoco, «tuve una, pero nos separamos, sólo la Mujer Maravilla podría aguantarme y aún así, me tiene que lanzar el lazo».
LLEGAR A MINAS
Contó que hace diez años, estaba en Argentina, viajando a dedo y «me fui a Chile, conocí a un uruguayo que me levantó y fuimos juntos hasta la costa y regresamos. Él había salido de acá, con un botecito de arena de la playa, e iba a depositar ese bote de arena en Chile, él en auto, y yo estaba viajando a dedo, y ahí nos encontramos e hicimos un viaje juntos. Siempre tuve pendiente volver a visitarlo, hace un tiempo estaba en Brasil, en Río Grande do Sul y entonces tenía dos opciones, o ir por la costa, o venir por acá. Visité todas las playas de Brasil, cualquier playa que puedas imaginar, conocí todo lo que es el Norte, el Nordeste, y el Sur de Brasil, y conozco todas las playas, hasta São Paulo, Curitiba y dije, ahora quiero un poquito de interior, entonces me metí por Jaguarão, hasta llegar acá, hice Jaguarão, Vergara, Treinta y Tres hasta llegar a Minas».
Al hablar de nuestra ciudad, dijo que se le parece mucho, a la Isla Madeira, donde nació, «la capital se llama Funchal y tiene una placita así como ésta».
EL PLAN CONTINÚA
Le preguntamos hasta cuándo estará en Minas y dijo «el plan es irme el sábado 11 de enero, voy hacia Montevideo, después voy para Colonia, y después llego hasta Argentina. La idea de este viaje es llegar hasta Ushuaia, la Patagonia y estoy un poquito apresurado esta vez, porque quisiera llegar a Ushuaia antes del invierno. Me quedan por delante, unos 3 mil, o 4 mil kilómetros, de aquí hasta Buenos Aires, y unos 3 mil más hasta Ushuaia. Sé que a partir de abril, va a ser muy duro cruzar la Patagonia por el frío, entonces no quisiera estar por ahí».
DANDO PEDAL A LA VIDA
A este aventurero, aún le quedan muchos kilómetros para dar pedal, y nos cuenta que «cuando estuve en Brasil, tardé casi un año cruzándolo, no tenía prisa ninguna. Salía de una playa, volvía a la carretera y la siguiente playa estaba a 40 kilómetros, y me bajaba y me quedaba ahí una noche o dos noches. Entonces no tenía ningún tipo de prisa».
LOS ALIMENTOS
Al hacerle referencia de la comida, dijo «como de todo, sin embargo, en México, cuando estaba cruzando México, ahí se come mucha carne asada, es el referente que tienen ellos. Pero yo notaba que los días que comía carne, pollo o cerdo, estaba re pesado para seguir en la bicicleta, y entonces no podía avanzar. Ahora descubrí que por ejemplo, si mañana no voy a salir mi camino, puedo comer carne hoy, pero si mañana voy a hacer bicicleta o los días que estoy haciendo bicicleta, intento no comer carne. Eso me limita mucho mis opciones, como mucha verdura y fruta, pero también es cierto que me da mucha hambre. Pero eso me ayudó mucho a poder seguir y no tener problemas con el estómago».
«ENCONTRÉ MI EQUILIBRIO PARA VIVIR Y SER FELIZ»
Nuestra última pregunta, que es inevitable hacerla, luego de conocer esas aventuras, de tomar la decisión de recorrer el mundo, de bicicletear, de conocer gente, de trabajar solo en temporada, de vivir lejos de la familia, de los amigos reales, es si es feliz y nos contestó «me encanta esa pregunta, porque sí, soy muy feliz, porque estoy haciendo lo que me gusta. Hace quizás 12, 15 años, trabajaba como toda la gente, trabajaba todo el año y tenía no más de un mes de vacaciones. Me hacía la pregunta que muchos se la deben estar haciendo en este momento; ¿es esto la vida? ¿Es esta la felicidad? Todos pensamos eso en algún momento. Trabajaba muchas horas extras, para poder tener en vez de dos días libres a la semana, poder tener tres o cuatro días, pero aún así, no me era suficiente. Entonces, llegó un punto que conseguí un trabajo en los Alpes Franceses, en temporada. Entonces, lo que hago, trabajo en temporadas. Voy, trabajo, hago todo lo que puedo, lo máximo, trabajo las más horas que pueda y junto el dinero para salir a realmente hacer lo que me gusta, encontré mi equilibrio para vivir bien y ser feliz».
«Estar en la ruta, para mí es una felicidad extrema, ver el verde, ver las montañas, los niños, porque soy como un payaso, todos dicen, ahí está Superman, todos quieren hacer fotos, todos quieren darme una abrazo, y eso es lo que realmente me hace feliz y me llena el alma».

 
                         
                       
                       
                       
                       
                       
                      