Eric Krame y su lucha sin rendirse: de la incertidumbre a la Primera División de Colombia

Por: Ezequiel Yelós
El camino de Eric en el fútbol no ha sido sencillo. Con apenas 25 años, su trayectoria ha estado marcada por obstáculos, rechazos y oportunidades que se desvanecieron en el último momento. Sin embargo, su determinación lo llevó a encontrar su lugar en la Primera División de Colombia, jugando para Unión Magdalena.
Desde su pasaje en Rocha F.C. , pasando por Atlético Fernandino, Peñarol de Maldonado e Ituzaingó de Punta del Este, Eric nunca dejó de buscar una oportunidad para demostrar su talento. Pero el fútbol, muchas veces, no es solo cuestión de habilidad, y él lo vivió en carne propia. «Las pasé todas en mi vida», admite. Su historia está llena de episodios donde estuvo cerca de lograr su objetivo, solo para ver cómo se le escapaba en el último instante.
«Estuve en Atenas, quedé en el equipo, pero cuando fui a firmar, pusieron al sobrino de otro en mi lugar. En un draft de Cooper, quedé entre 50 jugadores, pero después me dijeron que solo era marketing. En Fénix, un amigo me ayudó a probarme, me dijeron que sí, pero cuando volví al club, nadie me respondió más».
A pesar de tantas puertas cerradas, su convicción no flaqueó. Ni siquiera cuando su carrera estuvo en riesgo por completo. «Iba a ir a España a jugar, pero tuve un accidente de moto muy grave que casi me deja inválido. Perdí esa oportunidad, pero seguí adelante». Tras recuperarse, pasó por varios equipos del fútbol uruguayo, siempre con la esperanza de dar el salto definitivo.
Ese momento llegó de la forma más inesperada. Un día, sin muchas opciones a la vista, decidió hacer una publicación en Facebook buscando alguna oportunidad en el fútbol. Esa publicación fue clave en su historia. Un amigo la vio y se la mostró a Gustavo Iturburo, quien no dudó en confiar en él y abrirle la puerta de Unión Magdalena.
«Estaba trabajando de playero en la parada 16 de Punta del Este cuando recibí la noticia. A los dos días, ya estaba viajando a Colombia». En su debut en el fútbol colombiano, la vida le devolvió un poco de lo que tanto había luchado. Tras convertir un gol contra Kevin Aguerre, recibió un mensaje del gerente del edificio donde trabajaba felicitándolo. Un recordatorio de lo increíble que había sido su viaje hasta ese momento.
Eric lo resume de una manera clara: «Alguna puerta se me tenía que abrir… y si no, la iba a tirar abajo». Su historia es un reflejo de la perseverancia, la lucha contra la adversidad y la convicción de que, a pesar de todo, los sueños pueden hacerse realidad.