15.10.2020 Noelia Villete: «La segunda discapacidad del departamento es la visual»

Foto de archivo Noelia Villete
Por Rodrigo Guillén
Noelia Villete, referente de Pronadis en Lavalleja en apoyo a personas con discapacidad visual, habló con DIARIO LA UNIÓN el Día Mundial del Bastón Blanco.
El último censo realizado indica que la discapacidad visual en Lavalleja está en segundo lugar. Este año como gran parte de las actividades no se pueden realizar normalmente como años anteriores, Villete mencionó que «estamos en medio de un Proyecto Departamental que tiene que ver con todo lo que implica a la población con discapacidad visual trabajando en conjunto las tres instituciones que atendemos a personas con discapacidad visual como lo es el aula para alumnos con discapacidad visual, la Asociación de Personas Ciegas y de Baja Visión de Lavalleja y el MIDES con el programa PRONADIS y el programa de rehabilitación de personas con discapacidad visual».
«El proyecto busca empoderar a la asociación como un lugar de referencia en lo que tiene que ver con el área no solo a nivel del departamento sino con un objetivo más a largo plazo que tenga que ver con la región, no todos los departamentos cuentan con asociación de personas con discapacidad visual y creemos que es importante darle el lugar que corresponde. Trabajamos las tres instituciones para poder lograr el objetivo, no hay muchas actividades ni propuestas en esta área en el departamento y la región», señaló.
DISCAPACIDAD VISUAL EN ÉPOCA DE PANDEMIA
La pandemia ha significado una época de desafíos para todos los sectores de la población. Para quienes tienen alguna discapacidad se hizo cuesta arriba.
«La pandemia fue muy complicada, a muchos grupos de la población golpeó muy fuerte y en el tema de las personas con discapacidad visual fue mucho y muy vulnerable en el sentido justamente que se nos pedía el distanciamiento físico es todo lo contrario a lo que una persona de estas características necesita, porque necesita del tacto para poder conocer las cosas, es un medio fundamental más allá del oído y los otros sentidos. El tacto para leer, hacer las actividades de la vida diaria, todo lo que más o menos se estaba prohibiendo es lo que usan para poder ser independientes, autónomos, solicitar ayuda en una calle cuando es muy concurrida o hay un semáforo», indicó Villete.
Uno de los problemas que surgieron refiere a las dificultades que este contexto significó en el aprendizaje. «El tema de ZOOM es tan complicado con las calles virtuales en vivo donde hay sonidos que distorsionan entonces es complicado seguir ese ritmo. Fue bastante complicado pero por suerte hubo una red grande de contención a través de otras vías como son los contactos telefónicos, el hablar, escuchar, mucha información que tampoco era en formato accesible para ellos y supongo que esto golpeó a todas las personas con discapacidad no solo visual porque había mucha información que no era en formatos accesibles», comentó.
«Algunos cuidados extras había que tener y tener presentes de que si necesitaban solicitar ayuda cómo hacerlo, tener en cuenta que las otras personas los puedan ayudar pero por la pandemia quizá podían decirles que no podían ayudarlos al acercarse y era complicado. El uso de guantes no en todo se puede usar porque para ellos el tacto es fundamental no puede tener nada que interfiera entre el material y sus dedos. El tema de limpiar el bastón, el distanciamiento social era complejo porque ellos no podían medir si estaban lejos o cerca de otra persona, notar si alguna persona tiene síntomas o no, todo es complicado pero lo hemos ido sobrellevando», detalló la técnica del Pronadis.
LAVALLEJA Y LOS NÚMEROS
En Lavalleja la segunda discapacidad son la ceguera o baja visión. «Según el último censo que hubo a la población, la segunda discapacidad en el departamento es la visual, la primera es la intelectual. Hoy por hoy en realidad de lo que tenemos y somos conscientes obviamente están accediendo los sistemas de apoyo y rehabilitación y habilitación mucho menos personas. En la asociación de personas con discapacidad visual son muy pocas, unas 10 personas, en el programa de rehabilitación tenemos 7 personas en este momento, algunas tienen las rehabilitaciones suspendidas porque son población de riesgo y tenemos 17 personas en lista de espera. En el aula de alumnos con discapacidad visual tenemos 15, pero sabemos que hay mucha más gente y muchos no acceden a los servicios o no se acercan incluso por desinformación también. A veces porque están pasando sobre todo personas adultas que pierden su visión más avanzados están en un proceso de duelo lógico y necesitan pasarlo hasta llegar a estar preparados para una rehabilitación, entender de que pueden llegar a tener una vida y un proyecto de vida igual que el resto con adaptaciones y estrategias que deben aprender. En los niños pasa que hasta que no ingresan a la escuela los casos no son detectados, se pierde un tiempo valioso», afirmó.