06.11.2020 Apagar un ratito el ruido
Por Karen Corbo
«Puede que te resulte fácil identificarte con lo siguiente: te despiertas por la mañana y lentamente abres los ojos, bostezas y te estiras. Y de repente te invaden. Todos esos pensamientos sobre el día que te espera. Todos esos objetivos que tienes que conseguir y esos planes a los que debes aplicarte. Todas esas expectativas y opiniones de familiares, amigos y colegas. Todos esos problemas en casa o en el trabajo. Todas esas preocupaciones por las cosas que sucedieron ayer o que pueden suceder mañana. El pasado y el futuro se juntan en una cacofonía de ruidos.
Es como si las muchas distracciones de tu mundo se sentaran pacientemente a los pies de la cama esperando a que emerjas del sueño, momento en el que se lanzan a la vida. Tu vida. De hecho, a veces las distracciones son tan impacientes que van y te despiertan muy temprano. <<Hora de levantarse>>, gritan. <<Tenemos que alimentarnos>>.
A algunos amigos les oigo este coro de quejas:
<<Tengo muchas ocupaciones>>.
<<No tengo ni un minuto para mí mismo>>.
<<Es un no parar>>.
A menudo la gente habla como si se hubieran convertido en sirvientes de las actividades –el ajetreo- de la vida. Con demasiada facilidad dejamos que las distracciones determinen nuestra agenda, y entonces parece que el tiempo se evapora. Cuando eso sucede, nos perdemos las bendiciones de las horas de vigilia, el contento y la dicha que están ahí para que los disfrutemos. Así es como el ruido puede menoscabar nuestra experiencia».
«El ajetreo de la vida» es uno de los microrrelatos que pueden encontrarse en «Escúchate» (Random House), el nuevo libro del conferencista Prem Rawat.
Rawat nació en India en 1957, su padre fue el maestro de meditación Hans Ji Maharaj. El orador ha dedicado su vida a difundir su pensamiento sobre la paz, basado en los valores y el conocimiento individual.
La pandemia fue un buen momento para la introspección, el coronavirus Covid-19 funcionó como catalizador para la ciencia e hizo despertar a muchos sobre la importancia del rubro, también actuó como freno para gran parte de la humanidad. La gente tuvo que parar, encerrarse y todo el bullicio de las calles, la información que no dejaba de llegar, se apagó, y surgió la necesidad de escucharse para conocerse y repensarse en esta nueva normalidad.
Otra de los efectos que tuvo la pandemia fue la imposibilidad de viajar, lo que ocasionó que el escritor no pudiera hacer sus giras y presentar su reciente obra. Por ello, amigos que cosechó en sus más de cincuenta años de carrera están difundiendo su trabajo. En Uruguay Atanasio Aguirre dejó un ratito la redacción de Búsqueda para presentar la obra de su amigo.
«Hace 47 años más o menos que lo estoy ayudando. Empecé a los 19 años y con el tiempo que te encontrás acá, que te encontrás allá, hicimos buena onda, no lo veo mucho, viaja todo el tiempo y yo no viajo tanto, me tengo que ocupar de Búsqueda. Es una etapa difícil por eso lo estamos ayudando a presentar el libro porque no puede viajar y presentarlo en este momento, pero entonces en vez del autor estamos nosotros que somos amigos, conocemos el contenido y podemos explicarlo un poco», comentó el redactor responsable y director general del semanario.
La emergencia sanitaria retrasó la llegada a las librerías, pero la feria del libro que permanece en el Club Minas hasta el domingo, es una buena oportunidad para adquirirlo.
Escúchate
La nueva obra es complementario de la anterior «Cuando el desierto florece: el libro que hace brotar tu sonrisa interior», que consta de una recopilación de cuentos de la India que relata en sus conferencias. «Escúchate» «cuando lo lees seguramente toca algo en ti. Estamos rodeados de mucho ruido en este mundo, estamos atentos al ruido pero de vez en cuando tenemos que acordarnos de nosotros mismos. Es un libro que tuvo mucho éxito durante la pandemia porque muchos querían acordarse de sí mismos», comentó.
Curiosamente, a pesar de haberse escrito en inglés, se editó primero en español, próximamente se publicará italiano y en portugués, y en 2021 se presentará en América del Norte.
«Lo que Prem dice es ‘no te doy la paz, ni te doy la apreciación, no te doy nada. Te recuerdo que ya la tenés y que estás tan distraído con todos estos ruidos que no te estás escuchando así que te invito a escucharte. Si te escuchás vas a descubrir que todo lo que necesitas para ser un ser humano completo, feliz y en paz, lo tenés naturalmente. También está la otra parte que tenés que elegir», señaló Aguirre.
«Hay un cuento que hace mucho que es de dos lobos, que es un cuento de nativos americanos. El chiquilín va y le pregunta al abuelo, que es el jefe, por qué los hombres a veces actúan tan errático. El jefe le dice ‘lo que pasa es que tenés el lobo bueno y el lobo malo adentro naturalmente y están luchando entre sí. Hay momentos que uno prevalece’. ‘¿Cómo hago?’ dice el chiquilín. El abuelo le dice: ‘no pelees, lo que tenés que hacer es nutrir al bueno y no nutrir al malo'», mencionó.
Educación para la paz
Rawat creó el programa de Educación para la Paz, que difunde por el mundo a través de su fundación. De hecho, el martes Aguirre presentó la propuesta en el Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (INISA). El miércoles parte de su equipo lo presentó a niños de tercero y cuarto de la escuela 1.
«Es un programa que ha resultado muy bien en prisiones o sistemas penitenciarios porque reduce muchísimo la reincidencia. En algunos países lo están recomendando los gobiernos, porque ha dado muy buenos resultados. Es muy sencillo, con videos, interactúan los chiquilines. Lo que hacemos es que el profesor de ellos aprenda un poco, le enseñamos y no nos necesita a nosotros para hacerlo. Es como una donación que hace él, un curso donación porque es muy positivo para la gente joven, para todo el mundo en realidad y simplemente se lo damos, le damos los videos, algunos librillos con algunos cuentos. Incluso hay algunos cuentos hechos en dibujos animados», explicó el periodista.
A través de diez temas (paz, apreciación, fortaleza interior, conciencia de uno mismo, dignidad, elección, esperanza, claridad, comprensión y plenitud) y sirviéndose de extractos de las entrevistas y conferencias de Rawat, el programa busca fomentar el pensamiento crítico y la reflexión en el público que participe. «Tomamos pedazos de sus discursos donde se refiere a estos temas y después interactuamos con la gente y cada uno dice lo que le parece. No hay un correcto, simplemente es compartirlo y vivirlo un rato. Generalmente se da un clima que abre un poco el corazón y se siente cosas lindas. Después se puede seguir explorando», concluyó Aguirre.