17.07.2023 Natalia Ortega: una vida entre la música, que es su pasión

Por Karina Núñez
Ella es tal y como se la ve, una mujer feliz, con mucha simpatía, agradable, es mamá, abuela, hija, hermana, hoy reconocida en el mundo de la música, ya que desde muy pequeña se presentó en escenarios y el público gustó de su voz.
Sencilla, amigable, con un gran corazón y además de todo eso, este mes está cumpliendo 25 años en la música y realiza un gran espectáculo en el Teatro Lavalleja, del que ya las invitaciones están agotadas, donde recorrerá parte de su carrera.
DESDE NIÑA SABIA QUE QUERÍA CANTAR
Natalia Jaqueline Ortega Corbo nació el 19 de diciembre de 1983.
Llegó a un hogar conformado por su papá y mamá.
Fue la primera hija y después de siete años, decidieron traer un hermano muy especial que es su hermano Silvio.
«Desde que llegó mi hermanito, decidí cobijarlo como si fuera un hijo». Natalia, siempre vivió en Curbelo Báez y de La Llana. «Toda mi vida viví ahí y acudí a la escuela 12 de Las Delicias».
Nos cuenta que «no me gustaba mucho estudiar, hasta ahora me lo dicen mis maestras y mis profesores de la UTU, que dicen que yo decía, yo no quiero estudiar, yo quiero cantar».
«CREO QUE APRENDÍ PRIMERO A CANTAR QUE A HABLAR»
«Era lo que yo quería. Bailaba arriba de las mesas de la escuela, era el payasito de la escuela. O sea que siempre me gustó el tema de lo artístico. Además papá, cuando yo tenía tres o cuatro años, me llevaba a las murgas, me aprendía todos los temas de las murgas, era yo la primera que me aprendía todo, creo que no sabía hablar, pero ya sabía cantar, y de la mano de papá estuve muy cerca de la murga. Tengo a mi tío, que fue la primera guitarra de Alfredo Zitarrosa, mi abuela por parte de papá también cantaba, mi abuelo también, entonces yo creo que lo traigo en la sangre».
Natalia después que termina la escuela pasa para la UTU y ahí también quería seguir cantando, «quería estudiar, pero me gustaba más cantar, entonces había un coro que era con Mónica Telechea, ella nos cobijó también en ese coro, porque fue especial, siempre cuento una anécdota, soy de familia muy pobre, muy pobre por decirlo, porque soy muy rica, porque me inculcaron muchos principios y los valores, los que están intactos hasta el día de hoy. Mónica es alguien muy especial, lo que tenía era que aparte de darnos las clases del coro que nos gustaba a todos cantar, nos llevaba como a recrearnos a la represa y pasamos por la casa de ella y siempre levantaba la leche, el pan y el dulce, era una cosa como que nos llevaba a recrearnos, pero en realidad era a darnos tipo el desayuno. También, después de eso estaba Omar Sanz en la UTU con quien a nivel nacional fuimos a competir por UTU al canal 5 del Sodre y sacamos el primer premio con ‘Alfonsina y el Mar’ y ‘Soy Paz, Soy Más’ de Piero, hicimos esos dos temas con Darito Fernández que me acompañó en la guitarra, fuimos los tres y mi mamá también acompañó. Nos trajimos el primer premio, eso fue como lo primero realizado más profesional».
MAMÁ MUY JOVEN
Cuando surge el tema de la Banda Departamental y de los grupos, «ya tenía a Milagros mi hija, porque fui mamá muy joven, ahora ya tiene 24 años y también tengo una nieta que se llama Josefina. Me tiré a cantar melódico todo lo que a pop y melódico refiere, y ahí es cuando vienen unos muchachos que eran los Corbo, famosos ellos en la familia y tenían un grupo llamado Imagen Tropical, les gustó mi voz y me ingresaron a la orquesta. Ahí estuve como dos años más o menos. Estuve tocando con ellos en todos los bailes afuera, aquellos bailes que nos íbamos a las siete de la tarde y volvíamos a las siete de la mañana.
Después entré a la Banda Municipal, que precisaban una cantante, y yo la remé, la remé, hasta que pude quedar».
Al consultar a Natalia, en aquel entonces como era poder llevar todo con el grupo musical, en lo tropical y con una hija, y nos dice; «Bueno, mi madre es una parte fundamental. El 90% de mi vida ha sido mi mamá. Porque si mamá no me cuidaba a Milagros, yo no podía trabajar con ella, no podía ir, era muy chiquita».






«MI MAMÁ HA SIDO UN GRAN PILAR»
«Entonces mi madre nos crió a las dos, porque yo era chica también y Milagros también. Mi madre es fundamental en mi vida, Yo lo digo hasta el día de hoy porque ella siempre está presente. Fue difícil ser mamá tan joven, porque yo también en esa época, antes de entrar a la banda, fui militar, estuve unos cuantos años. En realidad entré por la comida. También tuve que salir a pedir, cuando no tuve, porque mi papá hacía misión y no podíamos contarle lo que estábamos pasando. Y también hubo mucha gente que me ayudó y fue todo un proceso».
UNA GRAN PUERTA
«La Banda Departamental fue como una puerta grande que se abrió, porque ya era un trabajo muy lindo. Llevo 23 años, entré con 17, era menor todavía. Cuando entré hice un año, como una pasantía, como prueba. A los 18 años ya pude entrar oficialmente y ganando un sueldo y ellos son como otra familia que tengo. Han habido muchos cambios también a lo largo de tanto tiempo, me he ido perfeccionando, me fui a estudiar cuando llegó el maestro Frade a dirigir la banda, que me dio la posibilidad de ir a la academia donde él tenía sus acciones y era director en Promúsica, Montevideo, hice siete años ahí, me recibí de profesora de técnica vocal, canto y respiración e ingresé a dar clases acá, en Minas y en Solís».
«ME SIENTO PROFETA EN MI TIERRA»
«Cuando entré a la Banda Municipal, me recibieron unos compañeros de fierro, que también está Daniel Tellechea, Tito y Freddy Muniz, que fueron los primeros que se me acercaron para decirme que me deseaban suerte. Al tiempo me decían que me iban a armar una orquesta y la orquesta se iba a llamar Natalia Ortega y su banda. Natalia Ortega y su banda hoy lleva 17 años».
Natalia dice que han sido hermosas experiencias vividas y lo más lindo, es que; por lo general se dice «que nadie es profeta en su tierra, pero yo lo soy. No puedo decir que no soy querida, porque salgo a la calle y demoro 3, 4 horas en llegar a mi casa, voy conversando con uno, con otro, con el otro, y la gente me demuestra que me quiere».
CUANDO LLEGA EL AMOR
Al preguntarle a Natalia, cuando llega el amor, nos dice «el tema del amor llegó acompañado de la música, como no podía ser de otra manera. Me enamoré de mi mejor amigo, que él no sabía, estuve un tiempo enamorada sin decir nada, y después se lo tuve que decir, porque alguien tenía que decirlo, era más grande que yo y creo que también a él lo frenaba un poco eso de la edad. Pero tomé fuerzas y le dije que estaba enamorada y él me respondió con lo mismo, hoy hace más de 15 años que estamos juntos, es también mi compañero de vida. mi compañero de música, de ruta y de todo en la vida».
«Lo volvería a elegir una y mil veces, porque ha sido todo, él me eligió cuando yo no tenía nada, no tenía nada para ofrecer».

SU PRIMER TEATRO Y CON ENTRADAS COLMADAS
Ahora después de todo este recorrido llega el momento de hacer un show importante también para su vida. Espectáculo del que nos dice que también «me empujó el Tele», su compañero de vida «porque si no, no lo haría por miedo a que no vaya nadie. Cuando me empujó ya estaba en el agua, tenía que nadar. Las entradas están todas vendidas, las levantamos el 30 de mayo, y el 6 o 7 de junio ya estaban la mitad vendidas».
El 22 de julio a las 20 horas, en el teatro Lavalleja pasará parte de su trayectoria, «desde que comencé, no voy a hacer murga, porque lleva mucho tiempo, pero sí va a venir mi tío Ortega y festejaré los 25 años en música, que es un montón. Después va a estar el coro Vox Populi, que me va a acompañar con el tema ‘Ángel’ y después vamos a hacer un recopilado de la música de la cumbia, será una noche especial, muy emotiva también, van a haber algunas sorpresitas y la gente pasará todas las emociones esa noche».
«SOY UNA MUJER MUY FELIZ»
Por último le preguntamos si es una mujer feliz y nos contestó «sí y mucho, tengo salud, mi familia tiene salud, soy muy sentimental, soy una mujer feliz.
Tengo una hija hermosa, una nieta maravillosa que me llena el alma. Tengo hijos de corazón que me han traído la vida, Agu, Benja y Romy, más las dos nietitas también de corazón. Conformamos todos una familia grande de cuatro hijos, tres nietas y dos yernos, que cuando lo hablo, no lo pueden creer, porque no coincide mi físico, mi edad o mi cara con tantos hijos».
«Tengo una mamá muy especial, un papá muy especial y mi hermano también. Y tengo una perrita que me regalaron, que se llama Sol que hace cinco años que la tengo, que me la regaló Gastoncito y Cristina, su mamá. Y también es muy especial, vino en un momento tan complicado en mi vida y llenó todo. Así que yo estoy feliz. Estoy feliz con mi familia y con la familia ajena. Porque tengo una familia de alumnos que me cobijan, los alumnos y la familia de los alumnos de acá de Minas y de Solis, no puedo pedir más. La gente en la calle, el beso, la foto, el recibimiento cuando me contratan, las palabras que tienen hacia mí», finalizó.
Excelente reportaje a Natalia …felicidades a ella por esos 25 jóvenes años..y por muchos más …