24.07.2023 Antonio Dutra: «Soy un enamorado de la vida»

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Por Karina Núñez

Nuestra historia de vida del día de hoy es de un hombre, padre, trabajador, político y referente de sindicatos, que luego de una vida de trabajo, llega la hora de retirarse del trabajo diario. Para muchos es una espera que se hace larga, para otros es un sentimiento encontrado, porque se piensa que hará de ahora en más. Lo cierto es, que este sábado 22 de julio, culminó una etapa de trabajo y comienza una nueva vida.

Antonio Dutra, nació el 23 de julio de 1953, nació en Mataojo de San Carlos, en la cuarta sección de Maldonado y llegó a un hogar que estaba conformado por su madre y seis hermanos. Antonio es el más chico de todos, «el más mimoso».

Hasta los cuatro años, vivió allá y luego se mudaron a Minas, donde acudió a la escuela Nº 1 «Artigas».
Al ser consultado Antonio cuenta que le gustaba estudiar, no renegaba de ir a la escuela como otros niños en aquella época, pero al finalizar acudió a la Escuela Técnica, la que debió dejar porque tenía que arrancar a trabajar.

Dutra nos cuenta que «con tan solo doce años, arranqué a trabajar. Repartí viandas, vendí helados Delma. Después entré en el Diario La Unión como repartidor, allá por el año 1969. Estuve cuatro años de repartidor, después me enseñaron a imprimir y después como oficial impresor, que estuve por 22 años. Bastante tiempo, pensaba que me iba a jubilar en ese lugar, pero llegó un momento que falleció uno de los dueños y vinieron los herederos y ahí nos corrieron a unos cuantos para bajar presupuesto. Entre ellos, estaban Julián Mazzoni, Gustavo Perdomo, José Luis Rodríguez, Omar Guillén y también yo».

EL TRABAJO EN UN DIARIO

Cuando le preguntamos a Antonio cómo era trabajar en un diario en aquella época, nos dice «era lindo, a mi siempre me gustó, estuve todo el tiempo de los militares, la dictadura, pero nunca tuvimos problemas, solo la vez que vinieron por Vernengo, que lo detuvieron y que era el dueño. Ahí sí, vinieron y revisaron todo, pero nosotros estábamos tranquilos todos, pero la situación quizás no fue la más linda. Estuve mucho tiempo en el Diario, diría que casi toda una vida, pensaba que me iba a jubilar allí, porque primero entré como repartidor, después hice el reparto donde el querido Ramón Invernizzi, que hace poco falleció, era el encargado de nosotros. Después también hacía los mandados. Iba a la jefatura, iba a donde estaba Guillén, que estaba en la Emisora del Este, la que estaba arriba del Ombú. Después me preguntaron si quería aprender a imprimir. Aprendí, y el oficio lo logré allí, aprendiendo siempre. Pasé por todas las fases, porque antes era una máquina grande, que era todo tipografía. Las líneas se hacían en plomo desde un linotipo. Después se pasó a la parte informática, informatizado todo. Se cambió todo muchísimo y con máquina automática. Por eso puedo decir que todo eso lo viví en aquellos 22 años».

UN CAMBIO REPENTINO

Cuando queda sin trabajo de un día para otro, le preguntamos cómo sigue su vida, a lo cual nos contesta «anduvimos por todos lados, estuve en  la construcción. En aquella época se levantaron las calles, se puso la nueva línea de cañería para la OSE, ahí trabajé también, con la empresa Venencio. Y después, alguna otra changa en la construcción y esas cosas, hasta que surgió lo del Hospital. En aquella época era posible llegar a un trabajo por medio de un político. Se dio la posibilidad de trabajar en el Hospital y entré directo para mantenimiento. Primero entré como oficial albañil, pero no tenía título, entonces me pusieron en la oficina de servicio, lo que he cumplido hasta ahora. Cumplo 25 años en el Hospital, y ahora llega el momento de la retirada».

SENTIMIENTOS ENCONTRADOS

Para Antonio, que este sábado 22 de julio fue el último día de trabajo, es un momento muy especial, de sentimientos encontrados. «Me siento raro; como que por un lado no me quiero ir. Pero por el otro lado también quiero disfrutar de otras cosas. De igual manera, Dutra continuará un tiempo más con la planta de oxígeno, que es un régimen privado, en comisión de apoyo. Cuando preguntamos qué piensa hacer de ahora en más y si la política está en sus planes; dijo «la política siempre me ha gustado, también todo lo que refiere a la parte sindical. Porque integré muchos años el sindicato en el hospital y todavía lo integro. Durante 18 años fui presidente del sindicato y ahora vamos a presentar listas también. En noviembre van a haber elecciones».

«Se lograron muchas cosas. Se logró el 4 y 1, que en esos momentos acá en Minas, el hospital fue el tercer lugar en el país que se logró el 4 y 1. Ahora habría que ir a pelear por el 4 y 2, pero eso vendrá después. Estoy satisfecho con lo que se ha realizado, los logros que hubo, también por parte de las direcciones, donde en muchos casos había que insistir, pero por lo general siempre se lograban las cosas. Siempre se podía dialogar, incluso con el director actual también se puede dialogar en las mejores palabras».

Antonio, tiene un hijo de treinta años que se llama Antonio Braulio, está estudiando enfermería y está muy orgulloso de él.

«HE TENIDO MUCHAS OPORTUNIDADES, UNA DE ELLAS, FUE SEGUIR VIVIENDO»

Antonio Dutra finalizó nuestra entrevista diciendo que es un hombre feliz, «así como la vida misma, con altibajos, pero siempre soy consciente que se me han dado oportunidades, estuve enfermo y me han dado oportunidades de seguir viviendo. Siempre digo, que estoy enamorado de la vida. Tengo que hacer un libro, porque el árbol ya lo planté y un hijo lo tengo. Me falta el libro. Ahora que tendré tiempo, quizás lo haga», finalizó.

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