21.04.2021 Manuel Oyenard: un producto genuino de Demo Deporte y Sparta

Bohemios, el primer paso en la capital y el trampolín a su gran momento actual
En el deporte, los procesos son pocas veces ponderados y tantas veces criticados. En este caso, ante el destaque de un minuano en la Liga Uruguaya de Básquetbol, es inevitable retrotraernos a sus comienzos y cómo se dio su formación en nuestra ciudad.
Para eso, requerimos una palabra autorizada, la de Oscar «Bochón» Tellechea, quien trabajó con Manuel Oyenard desde su niñez. Al respecto, Tellechea recordó que «Manuel hizo un proceso ideal para un niño, porque con 8-9 años empezó a ir al proyecto Demo Deporte, un proyecto muy ambicioso, de multi deporte donde los chicos hacían gimnasia, se recreaban, hacían básquetbol, handball, voleibol, fútbol».
«En la medida que pasaba el tiempo, se veía que iba a ser un chico de deporte. Ya había empezado toda la movida de la competencia de Sparta, por lo cual lo invitamos a que se integrara, con 10-11 años», a un proceso que ya estaba en marcha desde el año 2009.
Una vez incorporado al decano, «en Sparta hace su pasaje por pre-minis, minis, pre-infantiles. Él acumula más de 100 partidos oficiales, teniendo temporadas muy largas, de marzo a diciembre jugando todos los domingos y avanzando en los conceptos y la técnica del básquetbol».
CONDICIÓN FÍSICA IMPORTANTE
Jugaba aún en categoría pre-infantiles, y allí «ya mostraba una condición física importante. No estaba tan alto, pero tenía un despegue importante», afirmó Tellechea, que recordó que «esa generación llega a jugar una final contra Aguada». Incluso «en la semifinal con Welcome, en el final del partido, Manuel mete una tapa, demostrando ese poderío de salto que mostró hace poco jugando en primera».
Aquella definición fue «una final muy picante. Aguada nos ganó acá en Minas y allá había que ganarle para ir a tercero, y recuerdo la cancha de Aguada llena de globos, con ambiente festivo. Fue muy duro desde lo anímico».
Por encima de esto, «ese año, siendo pre-infantil, ya estaba Marcelo Gallichio trabajando en Sparta. Marcelo lo cita para el plantel de infantiles, generación ’98, que sale campeona y Manuel con dos años de ventaja ya participa de ese plantel», marca Tellechea.
Tras el cambio de categoría, «en infantiles, el primer año tiene que jugar en Serie 2, es una serie muy fuerte. No es un buen año en lo colectivo y en lo anímico, con muchas derrotas. Ahí generaron un poco más de personalidad y al año siguiente, Sparta cae en Serie 4, se arma una generación muy buena, muy agresiva. Era impresionante. Ahí dirigía Luis Tellechea. Había un ritmo defensivo y una intensidad en el juego, que si bien era Serie 4, era muy interesante».
LLEGA LA SELECCIÓN
Tellechea recordó que «en Cadetes, Luis los siguió dirigiendo, fue el último año de Manuel. Cambió el sistema de Montevideo, volvimos a jugar a un nivel muy alto y todo eso suma en la cabeza de un chico. Cuanto más fuerte es la competencia, más situaciones se viven, más necesitan de un repertorio técnico-táctico, así que todo ese proceso de Sparta le fue aportando en su formación».
Ese mismo año, Manuel fue convocado para la selección uruguaya. Ese «fin de año tuvo todo un diciembre-enero de muchas prácticas», indicó Tellechea, quien reconoció que «siempre me gusta ir a verlos cuando van a grupos de selecciones. Estuvimos viéndolo bien en el grupo, integrado. Estaba Signoreli, Javier Isis, Morales, muy contentos con él. Les gusta como leía el juego. Muy intenso, ya tenía un biotipo de brazos largos».
En el grupo de trabajo «también estaba Capalbo y es un clásico en los clubes de Montevideo, en este ambiente, ver un chico del interior con condiciones y llevárselo. Capalbo lo invita a ir a Bohemios y enseguida muestra sus cualidades y se incorpora» con 17 años.

CAMPEÓN CON BOHEMIOS
Ya en el albimarrón, «hace un muy buen año con Bohemios, tiene una muy buena generación y salen campeones. Muchos chicos de Minas fueron a ver esa final. Bohemios entra perdiendo por 11 al último cuarto. Manuel juega los 40 minutos y ya está jugando en una posición que no es la de él. Y con dos tapas muy parecidas a la que vimos el otro día, genera esa adrenalina en el equipo y empiezan a revertir y termina ganando Bohemios, saliendo campeón en Serie 1 contra Malvín», narró Tellechea.
Posteriormente, «en el último año de juvenil, empieza a visualizar hacia dónde puede caminar para seguir creciendo en el recorrido del básquetbol». En ese contexto, «al empezar la temporada 2020, se le abre la primera gran puerta a Manuel que es jugar el Metro por Larre Borges. Él iba a ocupar un lugar que se adecúa más a lo que es su físico y su estilo de juego, que es jugar de alero. El otro día lo vimos jugar en una posición muy difícil para él, porque no tiene el físico para jugar de 4, de ala pivot, aunque lo hizo espectacularmente», confirmó Tellechea, quien consideró que «su posición a desarrollar es más en el perímetro, de frente al aro».
Como recordarán nuestros lectores, «al empezar el Metro tiene una lesión de rodilla y se pierde esa posibilidad de mostrarse», la cual de todas formas asumió bien y superó rápidamente.
EL PRESENTE EN HEBRAICA
Tellechea explicó que «el rol en Hebraica es un rol de un equipo que tiene muchos jugadores en su puesto». Para citar un ejemplo, «uno de los lugares que tiene Manuel para entrar, está ocupado por un jugador que es el alma del cuadro. Tuvo su oportunidad, a veces se abren esas puertas y hay que aprovecharlas y el partido con Peñarol nos emocionó a todos porque se abrió esa puerta, pudo en el segundo cuarto entrar en un partido que estaba muy feo y esa tapa al terminar el primer tiempo, estimula al cuadro, lo realza a Manuel en su confianza y puede desarrollar un segundo tiempo donde nunca le dio una chance al técnico de sentarlo un rato, a pesar de que había un extranjero esperando afuera. La verdad fue una actuación espectacular que tendrá que confirmarla», finalizó marcando Oscar Tellechea, conocedor nato de los chicos que formó desde niños en el básquetbol de nuestra ciudad.