28.07.2020 Basta de mitos: Hablar de suicidio ayuda
Por Karina Núñez
La Dra. en Psiquiatría Sara Arrospide habló sobre el Día Nacional contra el Suicidio, celebrado el pasado 17 de julio, siendo un tema del cual debemos tratar cada vez más para terminar con los mitos, plantear la temática ayuda.
«Realmente este tema, es un complejísimo problema en cuyo origen existen diversos y múltiples factores. Lamentablemente el año 2019 hemos tenido una de las peores tasas de suicidio en el país, alrededor del 20%, lo que realmente ha sido muy similar a la tasa que hubo en el año 2002, y durante el año 2019, Uruguay tuvo 723 suicidios e impactó un poco en el cambio de la edad, porque fueron 150 personas menores de 29 años se quitaron la vida», señaló la psiquiatra.
«HABLAR ALIVIA»
«Hablar del suicidio no puede ser un tema tabú, justamente ese es uno de los mitos muy arraigados en el cual se piensa que hablar sobre el tema aumenta la probabilidad y es exactamente al revés. Porque hablar sobre la temática siempre alivia, siempre hace que ese problema se ponga en palabras y eso permite la búsqueda de una solución», reflexionó la médica.
LAVALLEJA EN EL 5º LUGAR A NIVEL ESTADÍSTICO
Lavalleja en el momento actual está alrededor del quinto lugar a nivel estadístico país, pero siempre ha sido un departamento con una alta tasa de suicidios «Es el departamento más envejecido del Uruguay con la mayor proporción de adultos mayores y el suicidio consumado, es decir no el intento de autoeliminación, sino el consumado, se da en mayores de 65 años», indicó Arrospide.
LA PANDEMIA Y SU IMPACTO
Al consultar a la profesional si debido a la pandemia, los datos pueden haber aumentado, dijo que «estamos en proceso de revisar las estadísticas, tenemos lo que ha sucedido hasta el mes de mayo, pero se está haciendo un análisis de eso. Obviamente hemos tenido un impacto de la pandemia, vinculado a muchos factores, sobre todo no sólo a lo emocional, con el aumento de depresión y ansiedad, sino al impacto indirecto de la pandemia en lo que tiene que ver con la repercusión económica, con el desempleo para algunas personas, con el impacto en las diversas áreas. Por eso aquellas personas que de repente tienen una tendencia a tolerar poco las frustraciones, o una forma de impulsivo de resolver sus problemas, tienen esa tendencia a cometer un acto suicida».
«No hay que olvidarse que el acto suicida en sí mismo es una conducta, no es una enfermedad, pero eso está vinculado no siempre a la enfermedad mental. Hay enfermedades mentales que predisponen al acto suicida, especialmente a las depresiones o los trastornos de ansiedad, pero hay personas que no padecen ninguna enfermedad mental y que sin embargo toman esa decisión de tener una conducta suicida», expresó Arrospide.
DIRECTA O INDIRECTAMENTE LA PERSONA LO HA MANIFESTADO
Consultada sobre si cualquier persona puede darse cuenta que alguien piensa en suicidarse, la psiquiatra dijo que «siempre hay algo, porque la persona en algún momento ha expresado una idea de muerte o un deseo de muerte, o visualiza la muerte como una salida, lo ha dicho y está absolutamente comprobado que de alguna manera directa o indirectamente lo ha manifestado a las personas que tiene alrededor».
«Por eso siempre insistimos mucho en esto, de que la prevención del suicidio la tenemos que hacer todos y que muchas veces es más importante o tan importante como ir al profesional. La persona que está al lado, el familiar, el poner la oreja al otro, el escuchar al otro, el no minimizar cuando alguien manifiesta que se siente mal, porque el simple hecho de que alguien escuche, de que presente atención, o a un gesto, por lo que debemos acompañarlo, porque a una persona que tiene una idea de muerte no se puede dejar sola y disminuir los factores de riesgo que pueden predisponer a que cometa ese acto suicida», agregó.
«Por eso ahí si se debe buscar ayuda profesional, siempre se debe consultar por una conducta suicida, así esa conducta suicida sea considerada considerada leve o un acto menor», afirmó.
«LA PERSONA ESTÁ SUFRIENDO»
Arrospide sostuvo que hay que «desarraigar desde nuestra cultura, al no dar importancia y siempre hay que prestar atención y escuchar al otro y no dejar desapercibido esas conductas que nos parecen que no son nada. Sin embargo muchas veces los intentos de autoeliminación, cuando se realiza esa conducta que por suerte la persona se puede recuperar de esa situación, han tenido meses previos o días antes, un montón de indicadores que solo observando el otro podría haber actuado de otra forma. Siempre hay que recordar que el suicidio consumado y el intento de suicidio como conducta traduce que esa persona está sufriendo, que esa persona no encuentra cómo resolver un problema en su vida, en su historia de vida».
«NI COBARDE NI VALIENTE»
«No es ni un cobarde ni un valiente, es alguien que está sufriendo, es alguien que realmente no puede cómo canalizar su vida de la manera de poder enfrentar y resolver su frustración, problemas y lo que la vida nos da y nos quita, porque inevitablemente todas las personas vamos a tener distintos momentos, lindos y feos, tristes y alegres, porque eso es inevitable en la vida», señaló.
TRASTORNO DE PERSONALIDAD
En lo que refiere al trastorno de la personalidad, la doctora dijo que «este es un factor importante, pero el trastorno de personalidad, en realidad significa que la personalidad es la forma de ser de una persona, cómo esa persona se interpreta a sí mismo e interpreta al mundo. Cuando esa forma de ser es demasiado rígida, y demasiado estable y desadaptada a lo largo de toda su vida, con determinados rasgos muy acentuados, puede predisponer a actuar a cometer un acto suicida, porque el trastorno de la personalidad es todo un gran capítulo, y existen unos cuantos tipos de personalidad, donde lo normal es que tengamos un poquito de cada uno».
SIEMPRE SE DEBE CONSULTAR
Es importante señalar que siempre existe el servicio de urgencia, y siempre se debe consultar, es más «debemos resaltar que el acto de suicidio tiene un impacto en la familia, no es sólo en esa persona que perdió la vida y se perdió de vivir su propia existencia, sino lo que repercute en el funcionamiento de la familia, en la elaboración de ese duelo, en la reestructuración, hay un cambio que se transmite generacionalmente».
«Además en la familia muchas veces genera y deja sentimiento de culpa y es difícil de poder elaborar eso, porque se piensa en cómo no se dio cuenta, cómo no se vio las señales, y por eso hay que saber que eso pasa, le pasa también a los profesionales como a la familia, uno ofrece disminuir los riesgos, pero no podemos asegurar los resultados», afirmó la médica.