22.04.2021 El colectivo «La Rambla» continúa el trabajo de solidaridad ante la pandemia que no deja de azotar

Por Karina Núñez
Ana Pereira es una de las encargadas del Colectivo «La Rambla», un grupo que se formó el año pasado cuando llegó la pandemia a nuestro país y con el objetivo de poder ayudar y dar alimentos a quien lo necesitara. Hoy continuamos en la misma situación pero se han sumado otras tareas y otras colaboraciones que se buscan desde el lugar.
La integrante del grupo contó que brindan espacio en el Parador La Rambla a chicos que lo requieran para utilizar el Wifi, así como también se han sumado algunas clases particulares.
En ese sentido Pereira mencionó que están asombrados de cómo ha sido tomada la idea tanto por los niños, los estudiantes en general, desde los profesores, los centros de enseñanza como también de la gente que quiere dar una mano.
Señaló que desde el sitio «brindamos el espacio, pero no somos docentes, entonces hay cosas que se deben realizar con los mismos profesores, y por suerte hemos tenido muchas llamadas de docentes, algunos ya están viniendo a ayudar a los chicos, por ejemplo contamos con dos profesoras de inglés que ayudan y les viene bárbaro a los chicos. Son varias las personas que se han sumado, muchos de ellos están desde el inicio de nuestro programa de la cena saludable y solidaria y con la trabajadora social se ha realizado un excelente trabajo y se ha hablado con familias ayudando y colaborando con los chicos en muchos aspectos».
CON TODO EL PROTOCOLO NECESARIO
Además destacó que se trabaja con el tema del protocolo y las distancias correspondientes. A su vez, «a los chicos se les brinda yogurt, frutas, que siempre las empresas colaboran, al igual que los músicos del departamento que se suman a la realización de un vivo y recolectan alimentos para todos y de esa manera se forman las canastas, ya que se tienen a 225 personas en las mismas, siendo un total de 50 familias de todos los barrios de Minas, de los que intentamos darle una mano».
Este año, «no podremos hacer la olla, porque es mucha gente la que tenemos y no tenemos el espacio para hacerlo en pocas horas, porque el año pasado estuvimos más de 10 horas en este lugar para poder brindar la cena a la gente y este año se nos hace imposible», admitió.
AULA VIRTUAL
Pereira explicó que el parador hoy es «un aula virtual, en donde se le brinda a los chiquilines WiFi gratis para que puedan participar de las conferencias educativas y que no pueden hacerlo desde sus hogares. Las jornadas catalogadas de apoyo educativo se dan de lunes a viernes. Los miércoles de 9 a 12 horas y los días lunes, martes, jueves y viernes de 10 a 12 y de las mismas pueden ser parte sin problemas alrededor de 20 chiquilines, número que como suele suceder en este tipo de actividad cambia a diario. Acuden estudiantes principalmente del liceo N° 3 y de escuelas de incluso barrios alejados de la zona».
DESDE HACE UN AÑO
Recordó la integrante del colectivo que «este programa empezó el día 30 de marzo de 2020 con cenas saludables y solidarias que eran entregadas a domicilio ya que el sitio de atención al público cerró sus puertas el 13 del mismo mes. La idea era que la persona que comprara un plato de comida saludable le dejara pago otro plato con comida saludable a otra persona, fuera conocida o no. Se trabajaba con un público que era de trabajadores, muchos de ellos que quedaron en una situación muy incómoda debido a la pandemia. Así se fue dando inicio y fue con 37 personas».
También manifestó que «aquel lunes 30 de marzo empezamos con 5 familias, al día siguiente ya eran 70 personas, a la semana teníamos 100 y a los 20 días o al mes ya atendemos a unas 200 personas. Cuando fue la época del quédate en casa, repartimos empezando en la Rambla y terminamos donde termina el barrio Olímpico. Había familias integradas hasta con 8 personas y personas que no cubrían sus necesidades alimenticias pero también con el proseguir del proyecto se entregó ropa de abrigo».
«Posteriormente en el mes de diciembre del 2020, la idea se instrumentó desde la entrega de canastas, las que se armaban gracias a la colaboración de empresarios del medio del ramo frutas y verduras y comestibles y de gente común que logró que ese fin de año se hiciera algo grande llevándose al armado y la entrega de unas 50 canastas con comestible, frutas, verduras, alfajores y hasta productos que se consume en las fiestas, entre otras bebidas, turrones y más», relató.
También contó que se trabajó con el tema de los regalos en el mes de enero para Reyes, después para el comienzo de clases con artículos para preescolares, escolares y liceales. Lamentablemente con el agravamiento de «la pandemia en el mes de marzo otra vez, y a pesar de que la gente nos pidió y nos solicitó que volvamos a cocinar, no es posible, porque lo primero que tenemos que pensar todos es en estar sanos, en nuestro caso para poder seguir ayudando».
ENTREGA DE CANASTAS
La imposibilidad de cocinar derivó en la vuelta del armado de «otras 50 canastas incluso con productos de limpieza, comestible y demás. Al respecto podemos revelar sobre cierta donación de pollos y recordar que con el dinero del colectivo (Redpagos N° 72459) se adquiere lo que falte para el armado de dicha canasta».
«Pretendemos hacer las entregas de manera semanal pero creo que no vamos a llegar a ese objetivo, por el número y el peso de los paquetes, más allá de que estamos a la espera de que los sindicatos y FNC (Fábrica Nacional de Cerveza) nos conteste por las donaciones, gente que nos ayudó todo el año pasado. Debemos destacar que hay siempre gente común muy solidaria, en su mayoría personas mayores de edad que en lugar de quedarse quietos en su casa prefieren colaborar de alguna manera con una causa social de importancia», afirmó.
A quien esté interesado en colaborar con el proyecto, Pereira señaló que «necesitamos una licuadora para poder hacerles licuados a los chicos, que puede ser donada o en carácter de préstamo ya que la podemos devolver una vez empiece el invierno. Es importante también hablar de la falta de productos de limpieza, los que una vez conseguidos los donamos para esos hogares donde los necesiten».
EL AGRADECIMIENTO
Muchas personas hablan de esta solidaridad que nace en nuestra ciudad y justamente Pereira expresó que «nos dicen que no tenemos ni idea lo que estábamos logrando y en verdad luego de meditar nos dimos cuenta que no tenemos una dimensión de lo que se hace, porque todo se hace con fe a partir del entusiasmo de los chicos, la gente necesitada y por supuesto de los colaboradores que son muchos».
La integrante del colectivo reconoció «que este programa tiene el apoyo y colaboración de gente como Florencia Menchaca y Milena Pérez profesoras de Ingles, Chantal Liñán y Malvina De Barbieri quienes son maestras, Gloria Inzaurralde cocinera, Claudia Arias, adscripta y maestra, María Pilar Pérez estudiante de Arte y Expresión, Nahir Zeballos, Paola Ferreira y Hebert Clavijo que son colaboradores. Sin ellos este proyecto solidario sería imposible de llevarlo adelante y en este momento se trata de que los chicos tengan para hacer los deberes y puedan merendar».
«Bienvenido sea todo aquel que quiera colaborar y ser parte de esto tan lindo como es ser solidario. Para quienes no tengan en que traer una donación la vamos buscar, de lo contrario estamos acá de 10 a 12 y de 15 a 18 horas en el Parador La Rambla», finalizó.